Pugna en el Mercosur para evitar que Venezuela presida el bloque
La explosiva situación en Venezuela amenaza con dinamitar el Mercosur, que acaba de entrar en una de las crisis institucionales más graves de su historia. Tres de los cinco miembros del bloque sudamericano –Brasil, Paraguay y Argentina– se oponen a que el Gobierno de Nicolás Maduro presida la organización durante los próximos seis meses, como le correspondería. Uruguay, presidente de turno en el primer semestre es el único país que defiende el traspaso del mando a Caracas. El Ministerio de Asuntos Exteriores venezolano envió la semana pasada una carta al resto de socios para comunicar que asumía el control “de forma automática”, provocando la reacción airada de Brasil y Paraguay que, junto a la posición más ambigua de Argentina, consideran que Venezuela no cumple con algunas exigencias y que la presidencia debe ser acordada por consenso.
El Gobierno de Maduro denunció el martes en un comunicado diplomático una “triple alianza extremista” contra Caracas que “pretende reeditar una suerte de operación Cóndor contra Venezuela, que hostiga y criminaliza su modelo de desarrollo y democracia, una agresión que no repara incluso en destruir la institucionalidad y legalidad del Mercosur”. El país bolivariano califica de “retrógrados y neoconservadores” a Brasil, Paraguay y Argentina, cuyos ejecutivos, antes comprensivos o cercanos al chavismo, giraron a la derecha en los últimos tiempos.
El comunicado de la cancillería venezolana, que considera que ejerce “legalmente” la presidencia del Mercosur desde el 29 de julio, fue difundido poco después de que el Consejo Nacional Electoral convalidara las firmas presentadas por la oposición para convocar el referéndum revocatorio contra Maduro, descomprimiendo un poco la situación interna.
El ministro de Exteriores brasileño, José Serra, considera “que se encuentra vacante la presidencia del Mercosur, toda vez que no hubo una decisión consensuada respecto a su ejercicio en el periodo semestral siguiente” y propone que una comisión de embajadores de los cinco países se haga cargo del mando hasta fin de año.
Por su parte, la dirección del gobernante Partido Colorado de Paraguay tilda de “atropello” la posición de Venezuela, que “pretende asumir el cargo violentando todo el proceso normativo mercosuriano”.
En el trasfondo, además de la presión al régimen de Maduro, también hay que tener en cuenta la reanudación de las negociaciones, que avanzan rápidamente, para firmar el ansiado tratado de libre comercio entre el Mercosur y la UE.