Iglesias intenta emular en Galicia una alianza a la catalana
Tras el sí de Podemos a presentarse con En Marea, ahora se negocia la fórmula
Podemos comenzó ayer a despejar un poco la incertidumbre en que está envuelta la izquierda gallega ante las elecciones autonómicas del 25 de septiembre. El partido morado se presentará dentro de una “alianza electoral” con En Marea, según se aprobó en una consulta interna con un 76% de votos favorables. Ahora la duda reside en la fórmula de esta entente, pues la formación de Pablo Iglesias quiere establecer una “alianza a la catalana”, en palabras de su líder en Galicia, Carmen Santos, en alusión a la coalición En Comú Podem. En Marea, que se acaba de registrar como un partido político, rechaza ese modelo e invita a Podemos a integrarse en su seno. Mantiene esta misma postura el previsible candidato a la presidencia de la Xunta, el juez Luís Villares. La claridad del resultado de la consulta de Podemos, con 4.579 votos a favor presentarse con En Marea y sólo con 1.474 a favor de ir en solitario, contrasta con el nerviosismo que había provocado en Galicia la posibilidad de que el partido de Iglesias se desmarcase de la alianza con la que se presentó a las dos últimas generales y con la que tiene 5 de los 23 escaños gallegos en el Congreso, aunque en junio el PSOE le arrebatase la segunda plaza. Si bien el sector contrario a En Marea hizo mucho ruido en los medios y las redes sociales, había una clara mayoría silenciosa a favor.
La posible ruptura de En Marea y Podemos alimentaba las esperanzas de PP y PSOE; el primero para mantener la mayoría absoluta que tiene Alberto Núñez Feijóo desde el 2009 y el segundo, para conservar su posición de liderazgo en la oposición y en la posible alternativa a los populares. Aunque en Galicia comenzó a fraguarse en el 2012 el experimento de Podemos, con Pablo Iglesias como asesor de los que ahora son los otros socios de En Marea, Esquerda Unida y el partido de Beiras, el Parlamento gallego sigue siendo un reducto de la vieja política, en la medida en que en él hay la única mayoría absoluta existente en la España autonómica tras los vuelcos del año pasado.
Ayer, en la junta directiva del PP en la falda del Pico Sacro, Feijóo presumió de seguir utilizando el mismo atril que en la campaña del 2009. Es un símbolo de los viejos tiempos que quiere preservar. El PP hace tiempo que identificó a En Marea como su adversario, como hizo Mariano Rajoy con Unidos Podemos en las últimas generales, para excitar el temor que galvanice al electorado que dio la espalda a los populares.
Pero En Marea no tiene aún candidato, aunque resulte ya un clamor que el elegido es Villares, portavoz de Jueces para la Democracia en Galicia y antiguo militante del BNG en su juventud. Su designación, a través de unas primarias pactadas, está pendiente de que se resuelva el pulso sobre el modelo de la candidatura. El martes la dirección española de Podemos aprobó que esta formación “no debe integrarse en un partido instrumental, sino que debe acudir en coalición”, Por eso apuesta por la fórmula catalana de En Común Podem, que en Galicia sería En Marea Podemos. Pero los aliados gallegos consideran que ese modelo desvirtuaría todo el proceso unitario.