Despedir a los líderes
La incapacidad de los políticos actuales (de antigua y nueva generación) para llegar a un acuerdo para formar un gobierno estable en un momento convulso y a la vez tan esperanzador sólo merecería en el mundo de empresa privada una salida inmediata: despido procedente.
Claro que para una gran mayoría de estos políticos, la empresa privada es un terreno que nunca han pisado. Por eso no pueden darnos lecciones. Sin duda, es la hora de cambiar a los líderes de los partidos. Quiero creer que en todos ellos debe de haber alguien con sentido común, capaz de llegar a un pacto, incluso con aquel de ideología más lejana. También en la oposición se construye.
No saber aparcar partidismo ni personalismo, quemar plazos de forma estratégica y absurda, negar la necesidad de cohesionar posiciones en momentos azarosos y especialmente tan retadores; no saber escuchar la voz del pueblo que exige un acuerdo de gobierno ya, incluso en minoría...
Pido el relevo en la cúpula de estos partidos incompetentes. Y como primera causa de despido propongo en letras bien grandes destacar: no habéis sido capaces de ver que vivís en un país con una inasumible e insultante tasa de paro juvenil mientras perdéis el tiempo.
CARLOS FONTES
Sant Cugat del Vallès