Pisos de lujo sobre el mar
‘The World’, un barco residencia exclusivo pasa por Barcelona con su peculiar comunidad flotante
El anuncio de obras que provocarán una derrama, el ajuste de la antena colectiva, apercibir a un vecino moroso o fijar el sueldo del conserje suelen ser temas recurrentes en la mayoría de las reuniones de una comunidad de vecinos. Hay excepciones. Una con- cretamente: la de la comunidad de propietarios del The World , un barco residencia que desde el 2002 viaja por todo el mundo y cuyos vecinos pueden votar en reunión si en la temporada de invierno del 2018 visitarán la Polinesia francesa o Kiribati, qué incorporaciones harán al barco o cuánto durarán las escalas. Y es que como decían Les Luthiers, “hay un mundo mejor, pero es carísimo”.
El The World estuvo hasta la medianoche de ayer en el puerto de Barcelona, amarrado en uno de los laterales del World Trade Center. En ese muelle, además de los ferrys de Trasmediterránea y Baleària, es donde suelen realizar sus escalas los barcos de pasaje de menor tamaño, de ahí que su presencia no llamase demasiado la atención, pues exteriormente podría pasar por un barco de cruceros, aunque nada más lejos de la realidad: el The World es un barco único.
Desde el primer momento sus promotores, la sociedad ResidenSea, con sede en Florida, lo concibieron como una comunidad para multimillonarios en viaje permanente, diseñando 165 residencias en su interior: 106 apartamentos, 19 estudios apartamentos y 40 estudios, que miden entre 102 y 301 metros cuadrados, a un coste actual de catálogo que va de los 535.000 a los 12 millones de euros, unos precios a los que mensualmente se han de añadir 18.000 euros en concepto de “gastos de comunidad y mantenimiento del barco” independientemente de la categoría residencial que se posea.
Actualmente hay sólo 15 residencias disponibles y 150 tienen propietario, lo que no implica que sus ocupantes estén siempre a bordo. Pueden subir y bajar del buque a su criterio a lo largo de todo el año, programando la combinación de vuelos y puertos de estancia con antelación de algo más de un año. Esto implica una ocupación media que rara vez supera las 200 personas, atendidas por una tripulación de 250 profesionales, que se ocupan de todos los servicios a las residencias y también de la atención de las zonas comunes, que incluyen restaurante, coctelería y los servicios habituales de un barco de crucero de gran lujo sin ser realmente un crucero. De hecho, es una manera única y muy selecta de conocer mundo con todos los objetos personales que se quieran llevar a bordo, pues no deja de ser la segunda, tercera o quizá cuarta residencia para sus propietarios, que tienen 40 nacionalidades distintas, aunque sobre todo son de origen estadounidense.
Las 64 horas que los residentes del The World pasaron en Barcelona estuvieron acompañados de guías seleccionados y conocedores de lo mejor y más exclusivo de la ciudad. La escala forma parte de las visitas del trimestre de verano del 2016 que llevan al barco desde Londres a Aqaba, en Jordania, pasando por 34 localidades muy diferentes como Estoril, Ciutadella, Lipari o Zakintos. Para los siguientes 90 días, de octubre a diciembre, el The World llegará a Australia tras haber pasado por el golfo Pérsico, India, Indonesia o Malasia. Luego seguirá viaje. Y como tituló Fellini en una de sus películas: “E la nave va…”
Algunos de los apartamentos, que pueden llegar a tener 300 m2, cuestan 12 millones de euros