La corriente, bajo el mar
En marcha la primera línea eléctrica submarina de Catalunya que permitirá retirar los 95 postes de la barra del Trabucador del Delta
La primera línea submarina que se instala en Catalunya ya está en pleno rendimiento. En total, se ha sumergido a un metro bajo el fondo marino de la bahía de los Alfacs (en el delta del Ebro), 4,6 kilómetros de cable de media tensión para abastecer las salinas de la Trinitat, en el extremo de la barra del Trabucador. Con ello, se podrá desmantelar la deteriorada línea eléctrica aérea, de 95 postes de madera y hormigón anclados sobre la arena de uno de los parajes naturales más emblemáticos y concurridos del Delta.
Tras un periodo de pruebas de la nueva instalación submarina, ayer, poco después de las diez de la mañana, se desconectó la línea terrestre garantizando así que las salinas de la Trinitat no sufrieran ninguna interrupción del servicio. Los técnicos del equipo especial de trabajo en tensión de Endesa fueron los encargados de desconectar la vieja línea. Por su complejidad técnica, la anhelada obra ha supuesto una inversión final de 950.000 euros. La mitad la ha aportado Infosa, la empresa que explota las salinas de la Trinitat; el 30% Endesa y el 20% restante, la Generalitat. Aunque la nueva instalación ya está en pleno funcionamiento, hasta el otoño, el Ministerio de Fomento no retirará los 95 postes y torres de la línea que ayer se desconectó y que resigue los 7,8 kilómetros de la barra del Trabucador. Seguirán ahí durante el verano porque en este espacio, que forma parte del parque natural y está declarado reserva de la biosfera, no está permitido hacer obras de marzo a septiembre para no perjudicar la nidificación de aves como el flamenco.
Atrás quedan más de doce años de negociaciones entre Infosa y Endesa. Ayer, el responsable de la red de baja y media tensión de Endesa en la zona de Tarragona sur, Luis Agustín Sánchez, destacó precisamente que con el nuevo servicio se acabarán las periódicas averías que debido a los temporales de viento y mareas dejaban sin suministro las instalaciones de las salinas, una de las principales productoras de sal marina en España y la única de Catalunya. En las 970 hectáreas que explota, Infosa produce cada año 80.000 toneladas de sal que exporta a más de 30 países de los cinco continentes. Las averías, además de periódicas, eran complicadas de reparar por el difícil acceso a la zona según el nivel del mar y por tratarse de una área natural protegida. Además, la actuación permitirá minimizar el impacto paisajístico en esta zona donde nidifican numerosas especies de aves y reducirá el riesgo que supone el cableado eléctrico aéreo en un lugar donde se concentran numerosos practicantes del kitesurf.
Una vez se retiren los postes, a partir de otoño, el Ayuntamiento de la población de Sant Carles de la Ràpita tiene previsto instalar una nueva base náutica en el Trabucador y está trabajando en un plan de usos de este espacio privilegiado, “para poner en valor su atractivo natural y turístico”, mantiene el concejal de Hacienda, Albert Salvadó.
La obra ha costado 950.000 euros, el 50% lo ha aportado Infosa; el 30%, Endesa, y el resto, la Generalitat