En el mejor nivel
No estamos habituados a rememorar en estas tierras la riqueza de los códices medievales. Si tomamos en cuenta los lugares en que fueron escritos y/o copiados nos hablan nada menos que de Ripoll, de Montserrat, de Santiago de Compostela y de muchos otros enclaves que mantienen en pie tanto la fe como las piedras y el arte que la conmemora. Lo mismo ocurre con los tesoros que entre otros guarda el MNAC; ¿cuánto tiempo hace que no vamos por allá...? Felizmente, aunque parezcan aves de paso, algunos conciertos de los festivales del verano nos permiten actualizar muchos de esos tesoros. En esta ocasión en el festival de Torroella que mantiene la cuota de ilusión para los melómanos de la clásica, el notorio Ensemble Micrologus que lidera Patricia Bovi, nos propuso una serie de Cantigas de Alfonso X el Sabio, junto a piezas del Llibre Vermell de Montserrat. El Micrologus utiliza un reducido grupo de instrumentos, arpa, laúd, fídula, rebec, con músicos excelentes que acompañan sones trovadorescos a la viola o al rebec, o establecen atractivas introducciones o glosas en un antecedente de la guitarra, o deleitan con floreos de flauta y tamboril. Y lo más importante, además de la calidad, es que trabajan y se expresan con libertad. Sabemos que son músicas que lo permiten, unos grupos le dan sesgo orientalizante, otros academicista, pero sobre todo en las partes cantadas como el canon a tres voces del Llibre Vermell que aparece en varios momentos de la recopilación, llama la atención la libertad en la interpretación de esas ingentes polifonías bien ritmadas y con una fuerza expresiva notable, sin dejar de lado tradiciones populares del sur de Italia, por ejemplo. Curioso que no han utilizado organistrum o viola de ciego. La fuerza expresiva de las piezas de loanza a la Virgen es de subrayar, manifestadas con una convicción que debería haber hecho reflexional hasta al Vaticano II, porque se puede hacer música que llegue, de alto nivel. Cantan con espíritu como en el Virolai Mariam Matrem y con gran proyección, buscando además los lugares adecuados de la nave eclesial. Porque esta fue otra novedad, rescatar la iglesia para algún concierto, la que fue uno de los fundamentos del carácter de Torroella. Buena dicción y musicalidad en la deliciosa balada “en vulgar catalán” que casi cerró el programa de este grupo italiano. Una velada de alta calidad musical en interpretación y en música. Deberíamos reflexionar, ya que es verano y muchas autoridades van a conciertos, en por qué no tenemos aquí un grupo al menos que pueda interpretar a este nivel estas joyas.