Djokovic busca en Río el único gran título que le falta, el oro olímpico
El número 1 del tenis mundial persigue en Río el único gran título que falta en sus vitrinas
Alguna pregunta que no sea para Novak?”. La jefa de prensa del equipo serbio ya no sabía cómo hacerlo. En la mesa había más de un deportista de postín pero todas las miradas se centraban en Djokovic. El número 1 del tenis mundial derrochaba carisma e inteligencia emocional mientras a su lado hombres como Vlade Divac, exjugador de baloncesto y actual presidente del comité olímpico serbio, y el base Milos Teodosic apenas se aguantaban la risa. “Luego podréis hablar más con Nole, ahora que hablen otros”, señalaba la portavoz del conjunto balcánico, pero no había manera y en la sala Fandango del complejo de prensa de Barra de Tijuca Djokovic iba repartiendo respuestas, como sobre la pista distribuye golpes de derecha y de revés. Como un molinillo. Le faltó tiempo a Novak para meterse en el bolsillo al público local, al que elogió, se declaró fan de los colores de Brasil y mostró la ilusión de un niño por los Juegos. Ha venido a Río a completar su particular Eldorado. Tiene en su historial 12 títulos del Grand Slam y tras su triunfo en Roland Garros en junio puede presumir de haber ganado todos los trofeos de primera línea, pero en su vitrina falta el oro olímpico.
“Para mí es un privilegio estar aquí. Los Juegos son distintos porque no son sólo un torneo de tenis. Hay una gran unidad entre los deportistas, paseas por la villa y te das cuenta de la energía que se desprende por todas partes. Eso me produce una gran motivación, es algo que te llega al corazón. Son mis terceros Juegos y espero disfrutarlos”, se arrancó Djokovic, sin un no para nadie ni para nada y que vio como el mismísimo Michael Phelps le pidió ayer que se hiciera una fotografía con él. Pero Nole además de degustarlos también desea ganarlos. En Pekín se tuvo que conformar con la medalla de bronce tras caer en semifinales contra Rafa Nadal en un partido que se recuerda por una jugada en la que el balear defendió lo indefendible hasta que el serbio marró su remate. En Londres ni siquiera subió al podio y se enfadó como nunca, rompiendo raquetas por frustración. Por eso, no quiere que se escape el oro en esta oportunidad. “Es una ocasión cada cuatro años y ya no tendré muchas más. Ganar un torneo del Grand Slam es impresionante. Vencer en París fue maravilloso pero yo vivo el presente y colgarme el oro podría ser el triunfo más grande de mi carrera. En todo caso es una de mis aspiraciones más grandes como jugador”, apostilló Djokovic.
En ningún momento el serbio dudó de su presencia en Río. No ha tenido lesiones ni miedo al zika y en enero ya dijo que su objetivo eran los Juegos. Detalles que le acercan a la parroquia brasileña. “Me encantaría que me apoyaran porque será importante en los partidos por las medallas, aunque no es verdad que yo sea el tenista más carismático por estas tierras. Aquí el más querido es Gustavo Kuerten, trato de aprender de él”, dijo Djokovic haciendo referencia al exjugador de Florianápolis que dibujaba un corazón en la tierra cuando conquistaba Roland Garros.
Sus principales rivales, al menos por nombre, serán Andy Murray y Rafa Nadal. Se da la circunstancia que tanto el escocés como el mallorquín serán los abanderados de sus equipos, honor que Djokovic ha declinado tener en esta ocasión porque ya portó la bandera en Londres. Ahora quiere estar centrado en el juego. “Me siento preparado. Tras perder pronto en Wimbledon necesitaba estar un tiempo con la familia, descansar y desconectar para afrontar mejor lo que venía después”. Reapareció levantando el Masters 1.000 de Toronto y ha recobrado toda su confianza.
“Faltan algunos jugadores pero tanto Murray como Nadal pueden dar mucha guerra”, aseguró. No en vano se trata de los dos últimos campeones olímpicos.
Si Djokovic es capaz de subir a lo más alto del podio se convertirá en el tercer tenista en lograr todos los títulos del Grand Slam y el oro olímpico individual. Los otros dos son Andre Agassi y Nadal.
Ya llevaba casi una hora hablando cuando empezó a sonar un teléfono. “Puedes cogerlo”, le dijo al periodista entre risas. Si tenía ganas de acabar no lo mostraba. Todavía le quedaba una avalancha final, con un grupo de medios literalmente rodeándolo. Una televisión brasileña le hizo grabar el siguiente mensaje para sus espectadores: “Aquí todos somos campeones”. Sobre todo él.
LA ILUSIÓN DE UN DEBUTANTE “Los Juegos me producen una motivación extra, me llegan al corazón y me siento preparado” PARA ILUSTRES Sólo dos tenistas han ganado todos los trofeos grandes y el oro olímpico individual: Agassi y Nadal