Antorcha catalana
Una empresa de Caldes de Montbui fabrica el soporte de la llama de Río de Janeiro
Fuego olímpico “made in Catalunya”. La antorcha que encenderá la madrugada del viernes al sábado el pebetero en el estadio de Maracaná, en Río de Janeiro, ha sido fabricada en Caldes de Montbui. Será el momento estelar de una aventura empresarial, gestada con mucho secreto, que ha durado casi tres años.
Todo empezó, recuerda Xavier Costa, en noviembre de 2013. Costa es propietario –junto con su socio, Pere Barrios– de la empresa Recam Laser, con sede en Caldes y otras fábricas repartidas por todo el mundo. A finales del otoño del 2013 Jordi Granados, dueño de una pequeña industria especializada en el diseño de trofeos y medallas, “contactó con nosotros para informarnos de que iba a salir a concurso la fabricación de las antorchas de los Juegos de Río por si podía interesarnos el tema”, afirma Xavier Costa. “Lo cierto –confiesa ahora este empresario– es que nos apuntamos a esa idea con muy pocas esperanzas de conseguir el contrato”. Lo único que tenían claro en ese momento es que Recam reunía los requisitos para presentarse al concurso por tener filial en Brasil. Se inició todo el papeleo y siete meses después llegó el premio. La empresa de Caldes de Montbui, que da trabajo a 350 personas, ganó el concurso. Una gran noticia “que tuvimos que callarnos, ya que el Comité Olímpico es muy riguroso con estos temas y desde el primer momento nos informaron de que había que seguir con esta aventura empresarial en secreto”, revela Costa. En marzo del 2015 Recam Laser firmó el contrato en Brasil. Fue entonces cuando vieron por primera vez la antorcha que tenían que fabricar. El diseño es de una empresa brasileña (Chelles & Hayashi) que ganó otro concurso paralelo al de fabricación. Ya no había marcha atrás y la complejidad del diseño (la antorcha de Río tiene características que la hacen única) obligó a Costa y Barrios a proponer que la fabricación tenía que hacerse en Catalunya. “Aquí todo ha sido más fácil a la hora de encontrar materiales y proveedores”, añade Costa. El Comité Olímpico aceptó la propuesta y la maquinaria se puso entonces en marcha para fabricar esta antorcha olímpica “made in Catalunya” por sus cuatro costados.
En noviembre del 2015 se fabricaron las primeras 15 antorchas, que pasaron todas las pruebas con éxito para su homologación. Y en diciembre del año pasado llegó la hora de la verdad. “Comprobada la calidad de nuestro producto se nos dieron tres meses para fabricar
UNA CAMPEONA Una campaña contra las olimpiadas ha intentado apagar sin éxito el fuego de esas exitosas antorchas
el resto de las 14.765 antorchas necesarias para todo el recorrido entre Atenas y el estadio de Maracaná”, afirma Xavier Costa. Ha sido un trabajo a contrarreloj, pero muy gratificante para esta empresa de Caldes de Montbui especializada en piezas de ingeniería metalúrgica. La antorcha de los Juegos de Río está diseñada para mantener la llama encendida en las condiciones más extremas (con viento, lluvia, en barco o paramente) y todos sus materiales son reciclables o reciclados. Su diseño está pensado, además, para que se abra y muestre los colores de la bandera brasileña. Lo que no esperaban sus fabricantes es que esta antorcha catalana se convirtiera en el centro de atención de un grupo muy activo en Brasil contrario al gasto que suponen estas olimpiadas. En estos últimos meses, revela Xavier Costa, “han intentado apagarlas de las más variadas maneras durante el recorrido marcado en el país latinoamericano”. Pero la antorcha está sorteando como una campeona (las pruebas de resistencia las hizo la UPC) estos inesperados ataques.