Un invento chino
El primer autobús que circula por encima del tráfico entra en servicio en China
La presentación de un autobús que se desplaza por encima de los coches ha suscitado muestras de escepticismo.
El futuro ya está aquí. Y ha llegado en autobús. El transit elevated bus (TEB), capaz de circular por encima del tráfico rodado, ha quedado oficialmente inaugurado en China, donde la elevada congestión urbana y los altos niveles de polución están obligando a las autoridades a actuar. El primer autobús elevado, con aspecto de catamarán, entró en servicio el pasado martes en la ciudad de Quinhuangdao, en la provincia de Hebei, al noreste del país. Fue un ensayo exitoso.
Con 22 metros de largo por 4,8 de alto y 7,8 de ancho, el extraño vehículo recorrió 300 metros ante un numeroso público que no quiso perderse el acontecimiento. La idea fue presentada en mayo en la 19.ª Exposición Internacional de Alta Tecnología celebrada en la capital china. Su creador, Song Youzhou, prometió que el autobús-catamarán entraría en funcionamiento en el mes de agosto y que esta infraestructura (nuevos vehículos, estaciones...) se implantaría en el país en menos de un año. Su ventaja, adujo, es que el coste es cinco veces inferior a la construcción del metro, pues no necesita excavación ninguna. Cada TEB transporta a 300 personas, pero podrán agruparse
Los ingenieros Mateu Turró y Eduard Albors juzgan el vehículo aparatoso, caro e inviable para Europa
hasta cuatro autobuses, de forma que, juntos, tendrán capacidad para 1.200 pasajeros. Puede alcanzar una velocidad de 60 km/h y funcionará con electricidad generada en paneles solares y otras fuentes.
Para algunos expertos, este vehículo marcará el futuro del transporte público en las ciudades, pero otros ingenieros se muestran escépticos. Tanto Mateu Turró como Eduard Albors, del Col·legi d’Enginyers de Camins, Canals i Ports de Catalunya, lo consideran inviable, aparatoso y caro para las ciudades europeas. Albors no duda en calificarlo de “invento chino”. Sostiene que la implantación de la infraestructura (estaciones, adaptación de carriles para que los coches puedan girar y viales adicionales para camiones y autobuses convencionales puedan circular) sería muy complicada y cara. “En autopistas nuevas, diseñadas teniendo en cuenta las características del TEB, podría funcionar, pero implicaría un coste demasiado alto”, opina Albors. “Hay otras soluciones más sencillas y baratas, como un carril bus”, apunta Turró.
Los promotores del autobús elevado dicen que la implantación de 40 autobuses supondrá una reducción anual de 800 t de combustible fósil y evitará la emisión de 2.500 t. de CO2, según dijo Youzhou a la agencia china de noticias Xinhua. Cada año entran en las carreteras chinas 20 millones de nuevos conductores, lo que explica el colapso circulatorio. Con la apuesta por la innovación tecnológica y el transporte público y colectivo, las autoridades confían en que la población china sea capaz de cambiar su comportamiento y renunciar al deseo de poseer un coche.