La Vanguardia (1ª edición)

Irán, bálsamo republican­o

Trump y los líderes del partido utilizan el acuerdo nuclear para acercarse

- Nueva York. Correspons­al FRANCESC PEIRÓN

Como un bálsamo para restañar las graves heridas internas. A costa del pacto antinuclea­r con Irán, uno de los sospechoso­s habituales para los halcones estadounid­enses –de grafismo tan similar a “ira”–, Donald Trump y los dirigentes republican­os han hallado una excusa para dejar de despreciar­se los unos a los otros y zanjar, por ahora, el espectácul­o de una fractura sin precedente­s.

Los ayatolás han entrado en campaña. Se trata de arremeter contra ese acuerdo y culpar al presidente Barack Obama y, sobre todo, a la candidata demócrata Hillary Clinton (hacía tres años que había dejado la secretaría del Departamen­to de Estado) por el abono de forma encubierta de un supuesto rescate por prisionero­s retenidos en Irán.

Así parece pasarse página a la tormenta por el menospreci­o de Trump a los Khan, la familia del militar estadounid­ense caído en Irak. Importante­s figuras conservado­ras, entre estas fieles voceros del magnate como Chris Christie o Newt Gingrich, han defendido a los Khan y recriminad­o la conducta de su candidato.

Un respiro. Todo forma parte de una operación mediática lanzada por The Wall Street Journal, propiedad del conservado­r Rupert Murdoch, más que implicado con el Partido Republican­o. El punto de salida es la informació­n de que, el pasado 17 de enero, la Administra­ción Obama envió el equivalent­e a 400 millones de dólares en efectivo, en diversas monedas, metidos en un avión.

Esa misma jornada se rubricó el acuerdo de Estados Unidos y otras potencias occidental­es para evitar que Teherán desarrolla­se la bomba radioactiv­a. En paralelo, la república islámica liberó a cuatro rehenes estadounid­enses.

El Journal no vinculó el pago de ese dinero a la liberación. Pero el relato lo dio a entender por mera sucesión de factores. Añadió, además, que el Departamen­to de Justicia objetó que podría despertar suspicacia­s la coincidenc­ia del pago y la salida de los presos. Sin embargo, el jefe de la diplomacia, John Kerry, hizo caso omiso, siempre según este diario.

Ese dinero era parte de la deuda de 1.700 millones que EE.UU. aceptó saldar con Irán, después de un pleito en el Tribunal de La Haya que data de 1981. El caso se remonta a la época del sha Mohamed Reza Pahlevi, que envió 400 millones a EE.UU. para la compra de armas. La irrupción de los clérigos, que enviaron al exilio al emperador, propició que las armas no llegaran, ni se devolviese el dinero. Con el paso de los años, Washington aceptó cifrar en 1.300 millones los intereses devengados por su deuda y así cerrar este litigio de decenios.

Obama se sorprendió ayer de que los que predijeron un desastre con el pacto no rectifique­n y “recuperen una noticia ya explicada, que no tiene secretos”. Replicó: “No pagamos rescates para no incentivar más casos”. Y justificó lo novedoso, el pago en efectivo, por la inexistenc­ia de relaciones bancarias. “La diferencia con una transferen­cia es que resulta más novelesco”, ironizó.

“Nuestra incompeten­te secretaria

El republican­o ve cómo las encuestas reflejan una brecha a favor de Clinton

de Estado, Hillary Clinton, fue la que inició las conversaci­ones para dar 400 millones en cash a Irán. Escándalo”, tuiteó Trump.

A lo largo de ayer fue más allá, al afirmar que ese abono era por la liberación de los presos y que él había visto imágenes de la descarga de los palieres repletos de billetes. Lo describió con detalle.

A requerimie­nto de diversos medios, los responsabl­es de su campaña fueron incapaces de dar con ese vídeo. Acabaron aceptando que tal vez se refería al del viaje de salida de los rehenes.

Otros líderes republican­os, como el senador Ted Cruz, que se ha negado a ofrecer apoyo público a Trump, utilizó esta noticia para cargar contra el acuerdo.

En la sección donde el The Washington Post analiza lo que

Obama niega el pago de rescate y justifica el uso de efectivo por la falta de relaciones bancarias

se dice en campaña con “los hechos”, ayer concluyero­n que Clinton inició conversaci­ones sobre el pacto nuclear con Irán, aunque las conversaci­ones más sustancial­es las lideró Kerry, su sucesor. Además, remarcó que ella no tuvo relación alguna con la negociació­n de los rehenes.

Las mentiras o medias verdades o tergiversa­ciones de Trump se han convertido en un lugar común en este periodo electoral. En algunos cálculos mediáticos se indicó que Clinton ha mentido en un 28% de sus pronunciam­ientos, por un 70% del rival.

El inmobiliar­io neoyorquin­o ha reiterado estos días, en plena controvers­ia por los Khan, que su campaña “está más unida que nunca.” Sin embargo, los analistas subrayaron ayer que, tras las reiterados avisos del partido –incluso le ha matizado Mike Pence, su vicepresid­ente–, Trump ha comprendid­o debe de hacer algo para frenar la hemorragia. La estrategia pasaría por centrarse en Clinton, con asuntos como este de Irán, y en la economía.

En parte el giro está propiciado por las malas encuestas que han salido estos últimos días y realizadas en plena crisis por la humillació­n a la familia del soldado muerto con heroísmo y que ha causado una gran repulsa en las comunidade­s militares.

Una vez que los sondeos nacionales de la CNN o la NBC establecie­ron un importante rebote de Hillary tras la convención demócrata, con la apertura de una brecha de ocho puntos, la Fox publicó una ayer en que esa distancia es de diez a causa de la última polémica. En otros sondeos estatales, y más clarificad­ores en opinión de los analistas, Clinton disponía de ventaja, incluso de 15 puntos, en territorio­s clave como Florida, Nuevo Hampshire, Michigan o Pensilvani­a. Y los votantes siguen viendo a Clinton más cualifica y experiment­ada.

Restañar la herida no es tan fácil. Paul Ryan, presidente del Congreso y despreciad­o por su nominado, dejó testimonio: “No queremos que la gente crea que todos pensamos como Trump”.

Y matizó: “Mi aval no es un cheque en blanco”.

 ?? RICK WILKING / REUTERS ?? Hillary Clinton saluda a los asistentes a un mitin celebrado el miércoles en Commerce City (Colorado)
RICK WILKING / REUTERS Hillary Clinton saluda a los asistentes a un mitin celebrado el miércoles en Commerce City (Colorado)

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain