Autonomías alejadas de Europa
LA memoria del Consejo Económico y Social (CES) expresa su preocupación por el hecho que la recuperación económica que registra España apenas ha reducido las elevadas diferencias de renta per cápita que existen entre comunidades autónomas y que se agravaron durante la crisis.
A diferencia de 2007, en que Extremadura era la única autonomía con un producto interior bruto (PIB) per cápita inferior al 75% de la media de la Unión Europea (UE), en 2014 eran otras cuatro las comunidades que se encontraban también por debajo de este indicador: Andalucía, Castilla-La Mancha, Murcia y Melilla, engrosando la lista de las regiones menos desarrolladas de Europa. El crecimiento registrado en 2015 no habría variado esta situación.
El retroceso económico de la economía española con respecto a la UE fue general durante los siete largos años de crisis, ya que fue mucho más aguda y profunda. Así, se ha pasado de una situación en la que el PIB per cápita español superaba el 2,7% de la media de los veintiocho países de la UE a otra, mucho peor, que ha llevado al país a estar un 9,1% por debajo de la citada media, lo que refleja la profundidad del empobrecimiento que ha sufrido el país.
El intenso crecimiento económico que registra España desde hace dos años, que es muy superior al que registra de media la UE, deberá llevar a corregir ese mayor empobrecimiento registrado durante los años de crisis. Pero ello exigirá que ese diferencial de crecimiento positivo se mantenga también durante varios años para corregir el desfase que se ha producido.
Durante 2015 el crecimiento económico general registrado por la economía española ya se ha reflejado, como reconoce la memoria del CES, en un incremento generalizado del PIB per cápita en el conjunto de las comunidades autónomas, debido tanto al mayor dinamismo económico como a la caída de la población en buena parte de ellas. Sin embargo esta mejora no es homogénea, ya que ha sido más intensa en aquellas autonomías con una economía más competitiva y abierta al exterior y más centradas, asimismo, en los servicios relacionados con la actividad turística y la construcción.
El proceso de recuperación de la convergencia económica con la UE que debería propiciar la actual etapa de reactivación económica no se traslada, por tanto, en forma proporcional al conjunto de comunidades. En la actualidad sólo hay siete autonomías con un PIB per cápita superior a la media europea: Madrid, País Vasco, Navarra, Catalunya, Aragón, la Rioja y Baleares.
El CES hace un llamamiento para corregir la situación de las cinco comunidades autónomas más pobres, que se hallan por debajo el 75% de la media europea, con el fin de evitar un mayor deterioro de la cohesión territorial y asegurar un nivel mínimo de servicios en todos los territorios. Reclama un nuevo sistema de financiación autonómica, que tenga en cuenta esta situación, y que reciban también los fondos de cohesión europeos a que tienen derecho, como regiones menos desarrolladas de la UE, ya que el actual reparto se hizo sobre la base de los datos anteriores a la crisis. Todo ello, sin embargo, no debe ir en detrimento de un mayor nivel de exigencia sobre la eficiencia de las políticas económicas y sociales que aplican esas comunidades autónomas, ya que se ha demostrado que la excesiva dependencia de las subvenciones y de las políticas de solidaridad no resuelve los problemas de fondo.