Riesgo de fractura generacional
El Col·legi de Metges de Barcelona presentó hace unas semanas un informe sobre la situación laboral de los médicos en Catalunya. Hace tiempo que venimos denunciando el aumento de la precarización, especialmente de los más jóvenes, tanto en el sector público como en el privado.
Precarización es cuando un 15% de los jóvenes médicos cobran menos de 1.500 euros al mes después de un proceso de 10 años de exigente formación. Más de la mitad de los médicos menores de 45 años tienen un contrato temporal. Por mes, por semana, hasta por horas. Algunos en prestación de servicios, a menudo en horarios cambiantes que impiden una mínima planificación profesional y estabilidad personal.
Antes de la crisis ya advertíamos que los médicos catalanes eran los peor pagados de Europa y, pese a ello, los indicadores seguían mostrando el sistema sanitario catalán como uno de los mejores del mundo y como el servicio público más valorado por la población. Pero todo tiene un límite. No podremos continuar exhibiendo una sanidad excelente si se persiste en tratar de forma indigna a sus profesionales. Sin atisbos de cambio y con debates políticos estériles, la incertidumbre ganará terreno y se impondrá la amenaza de una ruptura generacional y de pérdida de valores.
Que nadie se confunda, la sostenibilidad de nuestra sanidad pasa por la evaluación de resultados y por una captación de recursos proporcional a la riqueza que genera nuestra economía, priorizando las inversiones y fijando unas retribuciones y condiciones laborales justas. Si la excelencia aún no se ha visto afectada, ha sido gracias al compromiso ético del conjunto de los profesionales.
Desde la legitimidad que nos da ser los profesionales que gozan de mayor confianza por parte de la ciudadanía, exigimos un esfuerzo sincero y urgente para consensuar esas prioridades.