Los grandes consumidores lideran el fraude eléctrico
Endesa apunta que los enganches a la red realizados por personas con escasez de recursos tienen una incidencia mínima
El 80% del fraude eléctrico que se produjo en España en el 2015 fue causado por empresas de diversos sectores industriales y de servicios y algo más del 15% por particulares que tienen elevados niveles de consumo. Endesa facilitó ayer estos datos, que demuestran que, en contra de una opinión muy extendida, menos del 1% del fraude eléctrico cometido en España se debe a enganches ilegales a la red efectuados por familias con niveles de ingresos económicos bajos
A partir de esta constatación, la compañía eléctrica concluye que el fraude es, por encima de todo, un recurso ilegal que utilizan algunas empresas y grandes consumidores domésticos para abaratar su factura eléctrica a costa de todos los demás consumidores. El impacto negativo de este fraude no repercute de manera significativa en las compañías eléctricas, sino que, como sucede con el fraude fiscal, afecta directamente a los recursos del resto de las empresas y de los ciudadanos. La conclusión es clara: cuanto mayor es el fraude más se incremento de la factura eléctrica que pagan todos los consumidores.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el fraude eléctrico supuso un encarecimiento de 150 millones de euros en la factura eléctrica total pagada por los consumidores españoles en el
Las irregularidades cometidas en toda España equivalen al gasto anual de Sevilla y su área metropolitana
año 2015. Dicho de otro modo, y según las estimaciones hechas por Endesa, este fraude ascendió a una cantidad equivalente al consumo eléctrico anual de la ciudad de Sevilla y de toda su área metropolitana.
Endesa apunta que, además, en el caso del sector empresarial, las compañías que cometen fraude perjudican doblemente a sus competidores porque consiguen abaratar sus propios productos y servicios y encarecer al mismo tiempo los de esos competidores. Se trata de una maniobra que, además de ser ilícita, supone una competencia desleal.
Una manipulación del contador o de la conexión puede causar electrocución e incendios e incluso poner en serio riesgo las vidas de quienes la llevan a cabo o de aquellas personas que viven cerca. Todo ello sin olvidar las consecuencias legales sobre el infractor. Recientemente, un empresario ha sido condenado a una pena de dos años y cuatro meses de cárcel, al pago de una multa de 200.000 euros y a tres años y medio de inhabilitación como consecuencia de la muerte por electrocución de uno de sus trabajadores mientras este realizaba una manipulación fraudulenta.
Endesa está realizando acciones para detectar el fraude. En el 2015 se descubrieron más de 83.000 irregularidades, casi un 25% más que en el 2014. Los resultados del primer semestre del año hacen pensar que esas cifras aumentarán de nuevo en el 2016.