Las mejores cartas
España confía en la pujanza de sus mujeres, en clásicos y en nuevos nombres para rondar las 17 medallas
La cifra mágica del olimpismo español ya no es el número 22, el de las medallas que se cosecharon en Barcelona92. Alcanzar ahora esa cantidad de metales se considera una quimera, por lo que el objetivo es mantener el nivel de los Juegos de Londres 2012 y moverse en torno a los 17 podios, reto que se consideraría un éxito en un contexto de crisis económica y de paso del tiempo para algunas de las figuras más relevantes de la delegación. Para subsanar ese paulatino envejecimiento están las mujeres, que participan en mayor porcentaje y número que nunca y que casi suponen la mitad del equipo. Si se cumplen los pronósticos España regresará de nuevo a casa con más medallas femeninas en el zurrón que masculinas. El baloncesto, el balonmano, el waterpolo, el bádminton, el tenis, el atletismo, la natación, la vela... son algunos de los de los deportes donde el conjunto español espera subir al cajón. La última misión de la generación Gasol. España tiene nueve equipos en Río de Janeiro pero el más mediático por trayectoria y atención continúa siendo el de baloncesto masculino. Pau Gasol vivirá sin su lesionado hermano Marc sus cuartos Juegos Olímpicos, previsiblemente los últimos para el gigante de Sant Boi. A sus 36 años el pívot quiere liderar un nuevo asalto al podio de la selección (sería el tercero consecutivo). Si el catalán consigue estar al nivel estratosférico del último Eurobasket las opciones de España cotizarán al alza y el equipo podrá intentar tutear a Estados Unidos, como en Pekín y Londres. Pero para eso tendrá que funcionar la alquimia de un conjunto que ha tenido una fase de preparación muy extraña, con jugadores yendo y viniendo de Estados Unidos para solucionar sus asuntos contractuales. Siete de los doce seleccionados por Sergio Scariolo jugarán en la NBA la próxima temporada y otros tres pasaron por allí en algún momento de sus carreras. Calidad sigue habiendo mucha. Habrá que ver hasta dónde llega la gasolina. Guerreras en el agua y fuera. Con el permiso del equipo de baloncesto femenino, que también persigue aspirar a cotas elevadas, hay dos conjuntos donde las españolas parten con vitola de serias candidatas a las medallas. Por un lado están las mujeres del waterpolo, actuales subcampeonas olímpicas y que buscan la revancha con Estados Unidos. Por el otro están las luchadoras del balonmano, que en Londres atraparon un bronce. En el primer caso el técnico Miki Oca decidió iniciar una pequeña transformación en el grupo y prescindió de la carismática Jennifer Pareja, pero se mantienen Laura Ester, Maica García o Anni Espar. En cuanto a las muchachas de Jorge Dueñas la líder continúa siendo Marta Mangué. Oportunidades en la red. Si Rafa Nadal fuera el de su plenitud ya le estarían poniendo su nombre a una medalla y más teniendo en cuenta que faltan la mitad de los diez primeros en categoría masculina. Juegan Djokovic y Murray, pero no Federer ni Wawrinka, ni Raonic, ni Berdych ni Thiem. Pero el rendimiento de Nadal, oro olímpico en el 2008, es una incógnita tras su lesión en la muñeca. “Si no fueran unos Juegos no estaría compitiendo. Hace dos semanas lo veía muy complicado porque todo iba muy lento y me sigue doliendo la muñeca. Habría sido muy duro renunciar dos veces a ser el abanderado porque serlo supone el premio a muchos años de trabajo”, confesó Nadal el miércoles por la noche. El martes confirmó que estará sobre la pista en individuales, en dobles y en dobles mixto, especialidad esta última en la que hará pareja con Garbiñe Muguruza. Un dúo que debería hacer furor en una modalidad en que con tres victorias te plantas en la final. Muguruza también hará el pleno pero necesita sobrevivir en las primeras rondas y coger ritmo
tras haber disputado sólo tres partidos desde que levantara el trofeo de Roland Garros en junio. Su principal rival en la prueba individual será Serena Williams en un cuadro sin Simona Halep, Victoria Azarenka o Maria Sharápova.
Candidatos en el estadio. Tras dos ediciones en blanco en el deporte rey de los Juegos, España quiere quitarse la espina en el atletismo. Para ello cuenta con el buen hacer y la regularidad de Miguel Ángel López, principalmente en los 20 kilómetros marcha, distancia en la que es el actual campeón del mundo y de Europa. Además se puede ver beneficiado por la ausencia de los marchadores rusos. Que no esté Rusia también supone en teoría una ventaja para Ruth Beitia, triple oro europeo en salto de altura y que busca con 37 años poner la guinda a su carrera con una medalla olímpica. Menos conocido para el público es el vallista Orlando Ortega, que disputará sus primeros Juegos como español. Como cubano fue sexto en Londres y ha firmado la tercera mejor marca mundial del año en los 110 vallas.
Belmonte o el más difícil todavía. Los periodistas australianos, acostumbrados a ver vencer a sus nadadores de manera continuada, alucinaban con los informadores españoles que celebraban por todo lo alto las dos medallas de plata de Mireia Belmonte en el 2012. Pero es que eran las primeras de una nadadora nacida en España en toda la historia. Ahora la badalonesa desea enriquecer su currículum. Vuelve a darse un atracón de pruebas. En Londres pisó el cajón en 200 mariposa y 800 metros libre. A Río llega con buenas marcas de nuevo en mariposa y también en 400 estilos, pero los metales en natación están carísimos y por ejemplo en sus predicciones la prestigiosa revista Sports Illustrated no cuenta con el metal de Belmonte. Con rivales como Katie Ledecky o Katinka Hosszu la catalana deberá hilar muy fino.
La increíble Carolina Marín. En un deporte como el bádminton de casi total dominio asiático la andaluza se ha asentado como número uno del mundo. Doble campeona universal y europea. Ahí es nada. Su rendimiento provocará que por primera vez se siga en España con atención esta modalidad que apenas cuenta con popularidad en el país. Desde este punto de vista se puede asegurar que Marín es una pionera como en su día lo fue por ejemplo Severiano Ballesteros en golf. Del ritmo de Zapata a la rítmica. Encontrar un heredero de Gervasio Deferr es harto complicado pero en ello está Ray Zapata, bronce mundial en suelo y que debuta en unos Juegos Olímpicos. Si algo tiene su ejercicio es ritmo. Aunque para ritmo las mujeres de la rítmica, que han frecuentado los podios en los últimos dos años y que rozaron la medalla en Londres.
La tradición de la vela. Es el deporte que más metales ha proporcionado a España en la cita olímpica, con un total de 19, y el equipo español ha clasificado para Río a una embarcación para nueve de las diez clases que se disputan. Toda una garantía de solidez. Esta vez las que parecen más cerca de estar en el podio son Tamara Echegoyen y Berta Betanzos en 49er FX.
Piragüismo de poderío. En aguas bravas Maialen Chourraut y en aguas tranquilas Saúl Craviotto. Dispuestos a repetir éxitos. Preparados para continuar en la élite en un deporte donde la igualdad es el denominador común. El gallego David Cal sembró la semilla y recogió su cosecha. Su heredero Craviotto busca su tercera medalla olímpica y estrena compañero en el K-2 200: Cristian Toro.
La mirada en el foso. Fátima Gálvez, campeona mundial de tiro olímpico en la prueba de foso y bronce continental tiene números para que su nombre sea un descubrimiento para los seguidores en estos Juegos. En la mayoría de previsiones que hacen los expertos aparece en el podio aunque haya caído al sexto puesto en la última actualización del ranking.
Estilo Valverde. Un recorrido exigente, con subidas pronunciadas y pocos momentos de sosiego. Un trazado apto para escaladores y para clasicómanos, listo para valientes que saben leer la carrera, desgastar al adversario y mover el árbol cuando están a punto de caer las hojas. Una orografía para expertos. La prueba de fondo en carretera de mañana sábado que puede dar la primera medalla a España se podría calificar como de estilo Valverde. El murciano aparece como el gran favorito en algunas casas de apuestas, pero no se debe olvidar que también compite un motivadísimo Joaquim Rodríguez, que busca una despedida de ensueño a la bicicleta tras una vida de dar pedales. A rey lesionado, rey preparado. Hace unas semanas España lamentaba la lesión estúpida de Javier Gómez Noya, una baza sólida de medalla. Pero la ausencia del subcampeón olímpico no supone automáticamente que el equipo ya no tenga posibilidades en el triatlón. Ni mucho menos porque ahí está Mario Mola, en el mejor momento de su carrera para tomar el relevo de Gómez Noya como si de una transición entre la natación, el ciclismo y el atletismo se tratara.
Patadas de superación. Desde que el taekwondista catalán Joel González atrapara el oro en Londres su carrera no ha sido un camino de rosas por culpa de unas lesiones que le han llevado de cráneo. González, a fuerza de muchos golpes, se ha levantado y además ha cambiado de categoría. Ahora ya no buscar ser el rey olímpico de los 58 kilos sino de los 68. No estará solo puesto que le acompañará Eva Calvo, también con opciones reales de brillar.