Brasil no levanta cabeza
La ‘canarinha’ no pasa del empate a cero ante Sudáfrica
El efecto del 1-7 ante los alemanes en el Mundial del 2014 parece haber estigmatizado al fútbol brasileño, que vive instalado en el desencanto. Hace unas semanas fue la eliminación en la primera ronda de la Copa América y ahora este insulso comienzo en el torneo olímpico ante Sudáfrica con un empate sin goles que ha supuesto un jarro de agua fría tanto para los seguidores de la canarinha como para el Comité Organizador, que contaba con el equipo de Neymar para levantar el ánimo de todo el país.
Mientras Edinho, histórico defensa brasileño que disputó el Mundial del 82 en España, centraba todas sus críticas en el astro barcelonista, afirmando en la televisión local que había disputado el peor partido que él recordaba con la camiseta de Brasil, el público congregado en el estadio Mané Garrincha de Brasilia ni siquiera se entretenía haciendo la ola y silbó indiscriminadamente a todas las estrellas del equipo local.
El primer gran espectáculo de los Juegos Olímpicos de Brasil tuvo una calidad muy pobre. El partido fue dirigido por el español Mateu Lahoz. Sudáfrica, que había batido a Brasil en el único precedente existente entre ambos equipos –primera ronda del torneo olímpico
El público ni siquiera se entretuvo haciendo la ola y silbó indiscriminadamente a las estrellas del equipo local
de Sidney 2000- dio la gran sorpresa de nuevo al igualar sin goles ante la gran favorita al título.
Brasil, con un equipo conducido por estrellas que juegan en el fútbol europeo, como Marquinhos (Paris Saint Germain), Felipe Anderson (Lazio) y Rafinha, además del también azulgrana Neymar –que tuvo tres magnífica ocasiones, todas ellas desde fuera del área– lo intentó de cualquier manera desde el primer minuto del encuentro. Su mejor ocasión fue el tiro al poste de Gabriel Jesús en el 68, asistido por Luan, cuando el equipo anfitrión se lanzó decididamente al ataque con cuatro delanteros y toda la grada esperando el gol que rompiera la maldición del 1-7.
Lo único que consuela a los ruidosos seguidores locales es que el torneo acaba de comenzar y los otros dos equipos del grupo A, Irak y Dinamarca, también empataron ayer sin goles en otro aburrido encuentro.