Larga vida a la anilla
El fabricante de artículos de organización personal Cabero factura 6,8 millones
Pocas veces una marca da nombre al producto. Hace treinta años, era habitual ir a comprar una Multifin en la papelería, una agenda de anillas y hojas cambiables recubierta por una funda.
El producto fue obra de la familia Cabero, fabricante de artículos de papelería desde el año 1916 en Barcelona. Empezó produciendo guías telefónicas, blocs de notas, archivadores y carpetas. En definitiva, productos de oficina de cartón que el fundador, Manuel Cabero, se dedicó a vender por España a través de distribuidores. Después de pasar por una colectivización y sobrevivir a la Guerra Civil, el fundador incorporó a la dirección a su hijo, también llamado Manuel Cabero, quien en los años cincuenta se convirtió en el artífice de la famosa marca Multifin. “Con su afán innovador llevó las 16 anillas a los clasificadores, carpetas y agendas, entonces tendencia en el exterior”, dicen los actuales gerentes del negocio, los hermanos Pere y Jordi Cabero (tercera generación) y Maria Cabero (cuarta generación).
El éxito de las anillas llevó a prescindir gradualmente del resto de productos y, a partir de los años sesenta, Cabero presenció su mayor crecimiento. “Hasta entonces, la plantilla era de unas 20 personas y con el éxito de la Multifin tuvimos que trasladar la producción a una nave de Esparraguera (Barcelona). Nos integramos con otra imprenta para dimensionar los pedidos, y juntos llegamos a dar trabajo a unas 80 personas”.
Cuando Pere y Jordi entraron en la empresa, hacia los años noventa, las anillas abrieron paso a las espirales y Cabero entró en el mundo escolar a través de la marca Finocam. Se adaptó a las últimas tendencias y el año 1999, abrió un centro logístico en Cornellà,
Fundada el año 1916 en Barcelona, Cabero llevó las 16 anillas a los clasificadores y agendas con la marca Multifin
que hoy todavía mantiene. En los mejores años, el negocio llegó facturar 8 millones de euros y, como el resto de competidores, tocó fondo el año 2009 debido a la crisis. Con el fin de remontar, la familia decidió abandonar la marca Multifin y renovar su imagen bajo la marca Finocam, que sirvió de paraguas para toda su oferta, a partir de entonces centrada en la organización personal del tiempo.
El cambio permitió seguir fabricando agendas y carpetas de anillas y, a la vez, diversificar con nuevos productos como calendarios, cuadernos, estuches y mochilas escolares.
Hoy, Cabero produce más de 2.000 productos y está presente en 1.200 puntos de venta en España. La familia explica que vende los artículos en cadenas de papelería, centros comerciales y pequeños comercios multimarca. Las agendas y carpetas de anillas siguen siendo el producto estrella, con un 80% de las ventas mientras que el resto de artículos suponen el otro 20%. Los Cabero aseguran que, gracias al cambio de imagen y la mecanización de algunas funciones, el negocio ya se está recuperando. En el año 2015, Cabero alcanzó unas ventas de 6,8 millones y una plantilla de 61 trabajadores. Este año, la familia prevé crecer un 10% y en el corto plazo, potenciar las ventas por internet y en Latinoamérica.