El fuego quema 225 hectáreas en La Pobla de Montornès
Los primeros indicios apuntan a que una negligencia podría ser el origen del fuego que al atardecer había calcinado 225 hectáreas
El 5 de agosto de 1993, seis personas murieron en el incendio que devastó la mitad del término municipal de Vespella de Gaià (Tarragonès). Ayer, exactamente 23 años después, muchos vecinos recordaron aquella trágica expe- riencia con los ojos puestos en el denso humo de otro incendio: el que se declaró en el municipio vecino de La Pobla de Montornès. El fuego comenzó a las dos de la tarde, probablemente por una negligencia, y en seis horas había calcinado ya más de 225 hectáreas de bosque y cultivos. No hubo que lamentar ningún daño personal, aunque quince personas fueron evacuadas de la zona, pero la intensa humareda fue visible desde varios kilómetros a la redonda, de Calafell a Reus.
Más de quince dotaciones aéreas trabajaron sin descanso durante toda la tarde y hasta que anocheció, cuando siguieron en las tareas de extinción sobre el terreno medio centenar de vehículos de los bomberos. Pese a ello, el viento del sur (que superó los 20 kilómetros por hora durante la tarde) provocó que el incendio se bifurcara en dos frentes: uno hacia Bonastre (a la izquierda) y otro hacia Salomó (a la derecha), este flanqueando el término de Vespella. A primera hora de la tarde, y teniendo en cuenta esta intensidad del viento, los agentes desalojaron a una familia de un chalet de la urbanización Font de la Gavatxa (en Bonastre) y a diez personas más que estaban en masías diseminadas, entre ellos un pastor con su rebaño de ovejas y al propietario de varios caballos que también fue trasladado con sus animales a una zona más segura. Aún así, ninguna casa resultó dañada por las llamas.
Por el viento y el difícil acceso a la zona, los bomberos establecieron un perímetro delimitado por
El fuego se declaró el mismo día en que se cumplían los 23 años del trágico incendio de Vespella, justo al lado
caminos rurales y la carretera que une Roda y Bonastre (TV-2041), “para intentar cercar el fuego en una zona de unas 500 hectáreas, que sería la superficie máxima que podría arder si no cambian las condiciones meteorológicas”, explicó el conseller de Interior, Jordi Jané, que se desplazó hasta el Castell de Montornès. Junto a esta urbanización los agentes rurales sitúan el origen del fuego. “Todavía están investigando, pero el incendio ha comenzado muy cerca de la zona habitada y parece que podría ser fruto de la negligencia de alguien”, apuntó el conseller. En el que podría ser el punto de origen, los agentes rurales encontraron latas y restos de cigarrillos.
Para facilitar la tarea y movilidad de los bomberos, también se cortó al tráfico la carretera de la Nou de Gaià a Salomó y se hizo un llamamiento general para que nadie se acercara a la zona del incendio. No en vano, la nube de humo -que generó más de 700 llamadas de alerta al teléfono de emergencias 112- fue muy visible desde todo el litoral y más de un curioso decidió desplazarse hasta La Pobla de Montornès.