Primacía ortodoxa
Protestas por el plan del Estado de erigir un templo para 350 fieles en un barrio industrial
El Parlamento griego aprueba la construcción de una gran mezquita en Atenas. Una histórica decisión, en el seno de una cultura de marcado carácter cristiano, que desata las voces en contra del proyecto.
Las protestas populares no se han hecho esperar. El mismo día que se aprobaba en el Parlamento griego la construcción de una gran mezquita en Atenas, el pasado jueves, se desataron las voces en contra del, en realidad, bastante modesto proyecto. “No To Mosque” fue el tema del momento en Twitter y las manifestaciones se extendieron por varias ciudades griegas, Tebas entre ellas.
Con población autóctona de religión islámica por haber permanecido bajo el yugo otomano durante cuatro siglos, Grecia está viendo crecer el número de musulmanes con la llegada incesante de inmigrantes estos últimos años. En Atenas se calcula que hay 200.000.
De los 230 diputados presentes en la cámara (de 300 posibles), 206 votaron a favor de la propuesta de Syriza, el partido del primer ministro, Alexis Tsipras, y 24 en contra. Entre quienes se opusieron se encontraba el xenófobo Partido Nacionalista de los Griegos Independientes, integrado en la coalición de gobierno, y el ultraderechista Aurora Dorada. La mayor oposición ha surgido, sin embargo, de la casi omnipotente Iglesia ortodoxa .
“No permitiremos que ocurra. Aurora Dorada hará todo lo que esté en su poder para paralizarlo”, declaró el diputado Yiannis Lagos.
El proyecto acabará con la anomalía de que Atenas sea la única capital europea sin una mezquita propiamente dicha. Los fieles tienen que rezar, al igual que en países con comunidades musulmanas tan arraigadas como Francia, en pequeños oratorios, incluso de 10 metros cuadrados. Lo denunciaba ya en el 2013 a Newsgreek.fr Elena Martine, una francesa que llevaba dos decenios de residencia en Grecia. Es el llamado islam de los garajes que tan malas experiencias ha proporcionado a Europa desde el punto de vista de la radicalización y la inseguridad.
La nueva mezquita, la primera que se construya en Atenas en 180 años, no es más que un embrión que debería tener el camino allanado por ser iniciativa oficial. Las 17 hectáreas de terreno destinadas al templo se hallan en el barrio de Eleonas, un polígono industrial de Atenas, junto a un campo de refugiados de las Naciones Unidas. Por lo que han adelantado, tendrá capacidad para
El ministro Filis lo defendió para evitar que los guetos hagan a los fieles vulnerables a ideologías violentas
350 fieles y carecerá de alminar, el elemento que más rechazo provoca entre la población no musulmana por la visibilidad que proporciona al lugar de culto. El presupuesto es de 950.000 euros.
“Este tema ha salido muchas veces, repetidamente, y luego se para. Se para por el gobierno de turno. Pero creo que este Gobierno ayudará”, declaraba a la agencia Ap Ahmed Halez Hasan, que lleva más de treinta años viviendo en Grecia.
En favor de la construcción de la mezquita, por parte gubernamental, dio la cara ante los diputados el ministro de Educación y Asuntos Religiosos, Nikos Filis, quien explicó que Grecia tenía que evitar cometer los mismos errores que los legisladores de otros países europeos, que habían consentido que las comunidades de inmigrantes permanecieran aisladas socialmente y fueran, por ello, vulnerables a la influencia de ideologías religiosas extremistas y violentas.
“Es realmente negar la evidencia: Europa no ha aceptado que el islam es una realidad” –declaró Nikos Filis en el Parlamento–. La existencia de mezquitas improvisadas (en Atenas) es una deshonra para nuestro país”.