La policía de Uganda detiene a quince homosexuales en un club
La policía de Uganda irrumpió en un club de la capital, Kampala, donde se celebraba una fiesta del orgullo gay, y detuvo al menos a quince personas bajo la acusación de reunión ilegal y de promover la homosexualidad, según denunció ayer una activista a la agencia Reuters.
Los gays y lesbianas son víctimas de una considerable hostilidad en el muy conservador país del este africano, uno de los 37 del continente donde la homosexualidad está ilegalizada. Esa hostilidad puede conllevar no sólo el estigma social sino el riesgo, además, de perder el empleo o la vivienda.
Clare Byarugaba, activista por los derechos de los gays, dijo que la policía se presentó sobre las 23.30 horas del jueves en un club, en un barrio de Kampala. “Se llevaron a la gente a rastras, golpeándola y desnudándola –explicó Byarugaba–. Sobre todo desnudaron a los transexuales; por lo visto querían ver si se trataba de hombres o de mujeres”.
Kayima Emilian, un portavoz de la policía, declaró que la reunión había sido disuelta porque la organización no había notificado que iba a celebrarse. “¿Un gran grupo de personas reuniéndose? Tenían que haberlo comunicado antes a la policía. Pero además es que por lo visto estaban promoviendo el sexo gay en Uganda, lo cual es ilegal”, afirmó el portavoz.
Uganda ha provocado amplias críticas occidentales por una ley contra los homosexuales, que implicaba en algunos casos penas de cadena perpetua. No obstante, el Tribunal Constitucional la derogó por un tecnicismo legal. A pesar de las amenazas de algunos miembros del Parlamento que pretenden reintroducir la ley, eso no se ha producido y, según los analistas, parece improbable que ocurra debido a la presión de los países donantes occidentales.
Los 15 detenidos la noche del jueves fueron llevados a una comisaría de policía cercana donde pasaron al menos dos horas antes de ser puestos en libertad sin cargos y sin que fueran fichados. En la comisaría, según la activista Byarugaba, los policías se burlaron de estas personas, les hicieron fotos sin permiso y trataron de toquetearlas “para ver si en el caso de los transexuales eran hombres o mujeres”. “Fue algo muy, muy degradante”, señaló la activista.
No es la primera vez que la policía ugandesa, a pesar de que la mencionada ley ya no existe, lleva a cabo redadas de este tipo, bajo las mismas acusaciones de reunión ilegal y de promover la homosexualidad en el país. Clare Byarugaba dijo que la fiesta del club, donde se iba a elegir a Mister Orgullo y Miss Orgullo, constituía el prólogo de una marcha por el orgullo gay programada para hoy sábado en Kampala.