Consejo de Ministros con gimnasia
Ejercicio de imaginación para el cual usaremos la sede del Gobierno catalán. El palacio de la Moncloa sería más propicio por sus jardines, pero al estar tan alejados de la ciudadanía no sirven. Imagine el lector que cada martes, antes de la reunión del Consell Executiu, el president Puigdemont bajase en ropa deportiva la escalera del palau de la Generalitat con una colchoneta en la mano en dirección a la plaza de Sant Jaume acompañado de todos sus consellers en chándal. Acto seguido, extienden las colchonetas en la plaza y se ponen a hacer gimnasia bajo las órdenes de un entrenador, mientras la prensa transmite en directo la escena y los viandantes, atónitos, rodean al Consell de Govern mientras sacan sus móviles para inmortalizar la clase de 25 minutos al ritmo de la música electrónica.
Exactamente eso sucedió el jueves en Lima, aunque los gimnastas no eran los consellers, sino 11 de los 19 nuevos ministros peruanos, con el flamante presidente, Pedro Pablo Kuczynski, a la cabeza. La iniciativa del mandatario no había sido anunciada y cogió por sorpresa a periodistas y paseantes de la plaza Mayor, que se agolparon en la verja para fotografiar a los miembros del gabinete en el patio de la Casa de Pizarro, el espectacular palacio de Gobierno de Perú, que también alberga la residencia presidencial.
La sesión de ejercicio físico se celebró poco antes del primer Consejo de Ministros de Kuczynski, que asumió el cargo el 28 de julio. De 77 años y conocido popularmente como PPK, el político liberal confirmó que harían gimnasia antes de cada reunión de gobierno, que habitualmente tendrá lugar los miércoles. “Vamos a repetir y queremos realmente promover la salud: mens sana in corpore sano”, dijo el mandatario, colchoneta en mano, cuando al final de la clase se acercó a hablar con la prensa. “El consejo empieza a las nueve. Hay que hacer los ejercicios a las ocho, levantarse a las seis, desayunar livianito a las seis y media, leer el periódico y estar aquí a las siete y media”, indicó el nuevo líder peruano antes de despedirse con un par de eufóricos bailoteos.
Al inicio de la sesión de gimnasia, el primer ministro, Fernando Zavala, flanqueado por los ministros de Salud y Educación, había justificado la acción “para mostrar con el ejemplo parte de dos políticas públicas que queremos promover y fomentar en nuestro gobierno”. Zavala indicó que “la primera política pública se enfoca en que los peruanos llevemos una vida sana, equilibrada y activa; eso mejorará significativamente nuestra productividad, nuestra salud y la de nuestras familias”.
“La segunda política apunta a nuestros chicos y a la política pública de promover el deporte y la educación física, que estamos fomentando en todas nuestras escuelas”, agregó Zavala, mientras la titular de Salud, Patricia García, añadía que “el 53% de la población tiene sobrepeso”.
En el ejercicio catalán no sabemos si Arrimadas o Albiol se hubieran lanzado a la yugular de Puigdemont, aunque es probable. En el caso de PPK ha sido la oposición fujimorista quien se ha volcado en críticas. Sin embargo, como la iniciativa del presidente es tan ejemplar, los diputados opositores sólo han podido cuestionar que algunos ministros vistieran ropa de marca deportiva o que debieran haber madrugado aún más.
La clase de gimnasia es otra de las excentricidades con toque populista de PPK. La primera de su mandato y, probablemente, no será la última. Durante la campaña ya se convirtió en un clásico verle tocar la flauta travesera en sus mítines o bailar con PPKuy, la mascota de su candidatura, con forma de cuy. Kuczynski, exministro, exbanquero y exejecutivo de multinacionales que ha pasado buena parte de su vida en el extranjero y está emparentado con el director de cine Jean-Luc Godard y con la actriz Jessica Lange, sigue explotando al máximo el humor y su vena extrovertida y de hombre de mundo para ganar simpatías entre los peruanos.
El nuevo presidente peruano hace gimnasia antes del Consejo de Ministros (y estos lo imitan) Kuczynski pretende fomentar con el ejemplo la salud pública y el deporte