La Palma acota el fuego al norte y lucha por contenerlo al sur
Las llamas arrasan 3.600 ha y mantienen a 2.500 vecinos fuera de casa
Los equipos que luchan contra el fuego en La Palma lograron ayer contener, aunque no controlar, el fuego en el frente norte de la isla mientras las llamas seguían avanzando sin control en la zona suroeste. Los esfuerzos se centraban en el conocido como sendero de la ruta de los volcanes, en la dorsal de la cumbre, para evitar que el fuego llegue a la corona forestal del parque natural de Cumbre Vieja. De tocar esta área podría extenderse de forma rápida y por la pinocha –un combustible natural que prende rápidamente– al este de la isla y llegar al municipio de Mazo, de unos 5.000 habitantes, según informaron fuentes del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad 112.
Ayer seguían fuera de sus casas y a la espera de que el fuego dé una tregua más de 2.500 vecinos de los municipios de El Paso y Fuencaliente, cuyo pueblo ha sido evacuado casi en su totalidad y donde ayer se cortó el suministro eléctrico como medida preventiva. La complicada situación obligó ayer a mantener la prohibición de acceder a la red de senderos de la isla y a prorrogar el cierre de tres carreteras. A última hora no se descartaban nuevas evacuaciones ante el avance de las llamas.
No hay cifras exactas sobre el número de viviendas afectadas aunque, según han confirmado los alcaldes de los dos municipios afectados, el fuego ha tocado alguna, al igual que bodegas y cuartos de aperos y de ganado. La organización ecologista Seo/Birdlife alertó ayer del impacto que el incendio puede tener en las explotaciones agrícolas y ganaderas de la isla, así como especies protegidas y endémicas que tiene su hábitat en el pinar canario. Entre otras, el pinzón vulgar, el herrerillo canario o el gavilán.
Los continuos cambios en la dirección del viento dificultan las labores de extinción del incendio
Al menos 3.600 hectáreas han sido pasto de las llamas en un incendio provocado de forma accidental y cuyo control está resultando complicado no sólo por la orografía del terreno sino también por las condiciones climatológicas que se registran desde ayer en Canarias y que no ayudan a las labores de extinción. Las temperaturas rozaron los cuarenta grados en el archipiélago, inmerso en plena ola de calor, mientras que la humedad relativa registró un nivel inferior al 20% y los vientos superaron los 50 kilómetros por hora. Hubo continuos cambios bruscos de dirección, que hacían prácticamente imposible el control de las llamas. El técnico de la dirección general de Seguridad y Emergencias Néstor Padrón calificó ayer de “errático” el comportamiento del fuego, que se extiende a ráfagas. Esta situación fue la que provocó que el jueves el agente forestal Francisco Santana quedara atrapado entre las llamas mientras intentaba combatirlas y perdía la vida. Numerosas instituciones de Canarias y colectivos profesionales celebraron ayer un minuto de silencio en memoria de este profesional que tenía veinte años de experiencia en la protección de los montes.
Pese a la gravedad de la situación, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, se mostró esperanzado dada la evolución en las últimas 24 horas. “Éramos bastante pesimistas porque las condiciones meteorológicas eran muy adversas. Sin embargo, la situación es hoy, dentro de la complicación, bastante mejor que el jueves”, indicó Clavijo en la tarde de ayer en una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por la ministra de Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, que se desplazó ayer a La Palma para seguir de cerca las labores de extinción.
El fuego se combate fundamentalmente por el aire, ante las dificultades de atajarlo por tierra. Siete helicópteros y tres hidroaviones –el último se incorporó ayer a las labores de extinción– realizan constantes descargas de agua. Además, entre hoy y mañana se incorporarán dos Kamov. Se trata del mayor despliegue en un incendio en Canarias.