Esther Arroyo, en la ruina por su accidente
La exmiss dice que los gastos de la rehabilitación son elevados
Esther Arroyo afirma que está arruinada. Asegura que los elevados gastos derivados de las sesiones de rehabilitación a las que tiene que someterse desde hace ocho años le han dejado en la ruina. La que fuera miss España, actriz y modelo ha concedido esta semana una entrevista a la revista ¡Que me dices! como jurado del premio Tena Lady, que distingue a mujeres que han superado una difícil situación personal, como ella misma.
El 10 de octubre del 2008, Arroyo viajaba con su marido y un grupo de amigos entre los que estaba la cantante Ana Torroja en un vehículo por Vejer de la Frontera, en la provincia de Cádiz, cuando un coche que venía en sentido contrario chocó contra el suyo. De resultas del accidente, uno de los amigos de Arroyo murió y ella, que iba en el asiento del copiloto, quedó gravemente herida. Fue su pierna izquierda la que quedó seriamente afectada y después de varias operaciones tuvo que empezar con la rehabilitación. Las secuelas físicas y psíquicas del accidente y su costoso tratamiento le han llevado a la ruina.
Según Arroyo, para poder costearse las terapias se vio obligada a desprenderse de sus pertenencias como los cuadros e incluso tuvo que malvender su casa. El motivo es que la indemnización que finalmente recibió fue de 330.000 euros, 133.000 euros menos que los que fijó el juzgado y muy por debajo de los cinco millones solicitados por su abogado.
Cuando ocurrió el accidente, Arroyo, que tiene 48 años, estaba en su mejor momento profesional gracias a su participación en series como Periodistas, Los Serrano, La familia Mata, Vida loca o Más que amigos. Pero después del accidente no pudo volver al trabajo porque su pierna le dolía y no podía estar mucho tiempo de pie. Le concedieron una invalidez permanente que según ella le ha supuesto una traba en vez de una ayuda: “Me dedico a lo que me han dejado, me han quitado el pilar de mi economía. ¡Vamos, que me han arruinado! Me dieron una invalidez que me impide trabajar en mi profesión”.
Ahora Esther y su marido Antonio Navajas tienen un negocio de alquiler de tablas de paddle, bicicletas y segway en Torremolinos. “Y espero abrir un chill out para tomar mojitos”, dice. Pero aunque puede parecer que las cosas no le van del todo mal a Esther, que es madre de dos hijos, ella justifica sus problemas económicos por los tratamientos que se ha tenido que costear para poder recuperar su pierna: “Podría haberme quedado con la rehabilitación de la Seguridad Social y… seguramente seguiría en silla de ruedas, pero hubiera cobrado más pensión. No era eso lo que yo quería”. Y añade que al haberse costeado ella el tratamiento “ahorré al Estado mucho dinero”.