Fénix 1750
Giuliano Carmignola + Acadèmia 1750 Lugar y fecha: Auditori Espai Ter (4/VIII). Torroella de Montgrí
Importante y significativo concierto en Torroella, protagonizado por la Orquesta Acadèmia 1750, antigua formación residente del Festival, con la que sigue habiendo un importante vínculo artístico. Presentación del nuevo director musical de la orquesta, el también violinista Massimo Spadano, quien dirigió, sin partitura, su primer concierto con la agrupación con el cotizado y virtuoso violinista Giuliano Carmignola (Treviso, 1950). Desde su fundación en el seno del Festival de Torroella en el 2006, la Acadèmia 1750 ha tenido sus altos y bajos, pero cumple diez años en buena forma y con unos instrumentistas de primer orden que avalan esta especie de renacimiento cual Fénix, sirvan los nombres de la impoluta concertino Farran Sylvan James o el oboísta Patrick Beaugirard como muestra de las excelencias en el sonido de un conjunto que promete nuevas alegrías para el respetable. Intenciones y expresividad de un Spadano que sabe extraer un sonido hedónico como en el minueto de la Sinfonía 49 de Haydn, a pesar de haber sido la interpretación menos brillante del concierto. Con Carmignola, un superespecialista que refrendó su fama con estilo depurado y elegancia en el arco, ímpetu y belleza, se firmó un Concierto de violín núm. 1 en do mayor de Haydn transparente y chispeante, sobre todo en su finale. Presto.
Pero fue con la segunda parte, con el Concierto para violín núm 1 de Mozart, con un Carmignola de sofisticados y lumínicos acentos, adagio inolvidable, y sobre todo con la Sinfonía núm. 5 de Schubert donde la velada lució con una calidad y vitalidad muy remarcable. Esa especie de culminación de legado clásico de Haydn y Mozart que se precipita en el nacimiento del romanticismo en la obra de Schubert, se evidenció con una sinfonía donde rebosó el fraseo de calidad, el control de las dinámicas, el fluir del volumen, la precisión y la energía de una formación que parece iniciar así una nueva y feliz andadura.