Grafiteros con departamento de cultura
La historia del grafiti en España está ligada a la de la empresa barcelonesa Montana Colors. La montaron en 1994 tras comprobar que los graffiteros empleaban unas pinturas industriales tremendamente tóxicas, que necesitaban un producto más ajustado a sus necesidades. Hoy día Montana Colors da trabajo a 220 personas y factura unos 24 millones de euros cada año. Además acaba de poner en marcha su propio departamento de cultura. “El movimiento del grafiti no busca ni la aprobación ciudadana y ni el apoyo institucional –explica Arcadi Poch, responsable de este nuevo departamento–. Y desde Montana lo que pretendemos es facilitarle nuevas vías de desarrollo”. Ejemplo de ello es la experiencia desarrollada este curso en la escuela de Granollers Ferrer i Guàrdia, donde artistas de orígenes muy callejeros, como Sixe Paredes, que empezó pintando por el Raval y acabó siendo uno de los elegidos para decorar la fachada de la Tate Modern de Londres, ilustraron a los niños sobre las virtudes del muralismo. Sixe es uno de los artistas que forman parte de la muestra Norte & South que este viernes Montana inaugura en Atzaró, en Eivissa.