El tiempo del meldonio
Lleva el nombre de los venenos que los espías vierten en el té de sus colegas, y es cierto que algo ponzoñoso tiene el meldonio, un medicamento descubierto en 1970 con indicaciones muy concretas: engordar a los cerdos. Ahora es mucho más que la droga del año en el deporte. El meldonio representa el regreso a un tiempo que parecía superado, pero que ha rebrotado con un fragor sorprendente.
La crisis previa a los Juegos Olímpicos de Río, definidos por el intento de expulsión de Rusia y las batallas de los tres grandes organismos del deporte mundial –Comité Olímpico Internacional, Agencia Mundial Antidopaje y las Federaciones Internacionales–, ha borrado de un plumazo el escenario que se edificó tras la caída del muro de Berlín y el desplome de la URSS. De nuevo aparecen los Juegos como escenario de la confrontación política y de los desafíos que caracterizaron al deporte durante la guerra fría.
Los resultados del informe McLaren, encargado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), han superado la magnitud de las sospechas que planeaban sobre el dopaje en Rusia. Confirma que durante los últimos años se ha establecido un sistema estatal de dopaje dirigido por el gobierno de Putin, los servicios secretos, los directivos de la Rusada (Agencia Rusa Antidopaje) y las federaciones deportivas. En síntesis recuerda punto por punto al infame plan 14:25 de la República Democrática Alemana en los años 70 y 80.
El Comité Olímpico Internacional (COI) ha rechazado las recomendaciones del informe McLaren y no ha expulsado a Rusia de los Juegos. Participará con una reducida delegación de 251 deportistas, entre los que no figurará el equipo de atletismo. Desde Estados Unidos y algunos países europeos se ha calificado la decisión de cobarde, amistosa con Putin y nefasta en la lucha contra el dopaje. Rusia considera que todo este asunto está manipulado por sus enemigos, con Estados Unidos a la cabeza, aunque implícitamente ha reconocido la veracidad de las acusaciones. Buena parte de los dirigentes rusos más señalados en el informe McLaren han sido destituidos.
Es evidente que el deporte saldrá de Río con heridas graves. Ingresará en el volátil mundo político y económico de nuestro tiempo. Volverá a un tiempo de tensiones, amenazas y quizá boicots, en gran medida por la irresponsabilidad de sus dirigentes. Los procesos abiertos contra Sepp Blatter en la FIFA y Lamine Diack en la IAAF explican el derrumbe moral de las grandes organizaciones, pero en el ambiente también flota un aroma de espesa nostalgia.
El meldonio se creó en un laboratorio de la antigua república soviética de Letonia. Estaba destinado a engordar la cabaña porcina, como el
Es evidente que el deporte saldrá de Río con heridas graves y volverá a un tiempo de tensiones y quizá boicots
clenbuterol que utilizó Contador en el Tour del 2010. Tiempo después se descubrió que resultaba beneficioso en determinadas cardiopatías y permitía una sensible mejora del rendimiento deportivo, circunstancia que no pasó inadvertida en el universo ruso, donde un reciente estudio sobre 4.317 atletas mostró que 724 (17%) utilizaban el meldonio, no recogido como dopante por el AMA hasta que la evidencia de su impresionante uso obligó a incluirla como droga inaceptable. Como droga, el meldonio es una más. Como metáfora alcanza todo su significado. Supone el regreso a unos tiempos inquietantes, donde el deporte estaba sujeto a los cálculos políticos de las grandes potencias y a su utilización como arma de combate.