La Vanguardia (1ª edición)

El imán que lucha contra los radicales islamistas

LOS SERMONES VIRTUALES DEL IMAM WILLIAM SUHAIB WEBB CONTRA LA RADICALIZA­CIÓN ISLAMISTA CUENTAN CADA DÍA CON UN MAYOR NÚMERO DE FIELES ENTRE LA COMUNIDAD MUSULMANA DE ESTADOS UNIDOS

- XAVIER RIBERA Barcelona

Khizr Khan, padre de un soldado estadounid­ense musulmán muerto en combate, tomó el micrófono en la convención nacional demócrata que eligió Hillary Clinton candidata y mostró una copia de la Constituci­ón al candidato republican­o Donald Trump, al tiempo que le preguntaba: “¿Ha estado alguna vez en el cementerio Arlington?”, para luego añadir: “Vaya a ver las tumbas de los bravos patriotas que murieron defendiend­o a Estados Unidos, usted verá todo tipo de fe, género y etnia. Usted no ha sacrificad­o nada ni a nadie”. El bofetón que Khan le propinó a Trump, que defiende prohibir la entrada de inmigrante­s de países de mayoría musulmana, fue un revés colectivo de una comunidad que, a golpe de atentados aquí y allí, cada vez necesita más voces que la defienda. “Dios bendiga a los Khan, quienes dijeron lo que muchos queríamos decir”, tuiteó veloz el ya célebre imán William Suhaib Webb, un popular clérigo musulmán de Boston con buen gancho comunicati­vo y muchos seguidores en las redes sociales.

De un tiempo a esta parte, el imán Webb se ha convertido en el paladín de buena parte de los musulmanes norteameri­canos; esgrimiend­o el Corán como su principal arma, Webb lucha contra la radicaliza­ción del islam y la islamofobi­a. El imán de cabello y barba rubia y ojos azules realiza videochats mensuales a través de su popular cuenta de Periscope para refutar los fundamento­s religiosos de Estado Islámico. Con fina ironía, denomina esos encuentros virtuales con sus seguidores Ice

Cream & ISIS. Por otro lado, Webb también ha comenzado a realizar pequeños y exitosos vídeos de ocho segundos en Snapchat para responder las consultas que su legión de seguidores, la mayoría formada por jóvenes musulmanes, le hace llegar. También promueve campañas contra la islamofobi­a, como cuando defendió a Tahera Ahmad, una religiosa musulmana que solicitó a la azafata de un avión de United Airlines en que viajaba de Chicago a Washington una lata de refresco que le fue negada porque podía utilizarla como arma. El imán tuiteó entonces: “Les pido a todos hacerle saber a United Airlines que están enfadados por la intoleranc­ia”.

A Webb los radicales se la tienen jurada, su ascendenci­a sobre su cada vez más numerosa parroquia no pasa desapercib­ida. “Es un honor ser denunciado por el EI”, dice el imán, “lo considero uno de los grandes logros de mi vida y me da más energía para seguir brindando el antídoto para el veneno del EI”. Webb no es el único líder religioso que ha iniciado una cruzada contra la radicaliza­ción islamista y su respuesta islamofóbi­ca, pero sí es el que mayor eco percibe con sus prédicas, y así, sin proponérse­lo, a sus 44 años, se ha convertido en el predicador musulmán más seguido de Norteaméri­ca. Parte del éxito que ha ido amasando se lo debe al buen manejo de las redes sociales.

Pero no siempre tuvo Webb las ideas tan claras. Su biografía no amaga claroscuro­s y da cuenta de una adolescenc­ia complicada, incluso con coqueteos con la delincuenc­ia. William Webb nació en 1973 en Oklahoma en el seno de una familia cristiana; un abuelo suyo llegó a ejercer como predicador. Fue a los 14 años que perdió el interés religioso y empezó la conflictiv­idad. Ejerció, con relativo éxito, de disc-jockey y se metió de lleno en el mundo del hip-hop. Fue precisamen­te de su experienci­a con este movimiento artístico que conectó con el islam; un miembro de su pandilla le pasó una copia del Corán. Después de convertirs­e en el año 1992, Webb dejó su carrera como dj y se matriculó en la Universida­d de Oklahoma Central, donde cursó Educación. Paralelame­nte, estudió islam y árabe, disciplina­s que acabó perfeccion­ando en Egipto.

El imán Will, como gusta llamarse, proclama fetuas para sus seguidores, especialme­nte pensadas en la doctrina religiosa del Corán, pero y también para desmontar los cantos de sirena del Estado Islámico, que busca reclutar jóvenes en sus filas. Por otro lado, temas más mundanos también ocupan las prédicas del moderno imán, que responde a las dudas de sus fieles en temas relacionad­os con el aborto, las drogas o la sexualidad. Pero no todas las opiniones de Webb responden a un perfil abierto; el imán ha sorprendid­o y ha escandaliz­ado a propios y extraños con polémicas opiniones sobre temas como la homosexual­idad.

La popularida­d del imán 2.0 va viento en popa: en la actualidad cuenta con más de 93.000 seguidores en Twitter, 221.000 me gusta en Facebook y miles de visitas diarias a su canal de YouTube y a su página web, considerad­a como una mezquita virtual. Pero la actividad de Suhaib Webb no se limita sólo a las redes sociales. A través de su fundación, Webb forma a futuros imanes y trabaja por mejorar la relación entre los religiosos musulmanes, judíos y cristianos.

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ESSDRAS M SUAREZ / THE BOSTON GLOBE / GETTY IMAGES
 ?? CHRIS SALATA / CHICAGO TRIBUNE / GETTY IMAGES ?? El imán William Suhaib Webb se ha convertido en un fenómeno de masas en las redes sociales, su principal arma para luchar contra el Estado Islámico y la islamofobi­a
CHRIS SALATA / CHICAGO TRIBUNE / GETTY IMAGES El imán William Suhaib Webb se ha convertido en un fenómeno de masas en las redes sociales, su principal arma para luchar contra el Estado Islámico y la islamofobi­a

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