La Vanguardia (1ª edición)

‘YAYOFLAUTA’, NUEVO SUJETO

-

Las materias primas, el extractivi­smo, “se han convertido en el esclavo del siglo XXI”. Cuando en febrero de 1794 se dice que no se quiere más esclavismo, se proclama una locura desde el punto de vista de cómo se ganaba el dinero, de cómo se consumía el algodón, el café y el azúcar sobre la desestruct­uración de la India y la masacre de América Latina y los esclavos. La revolución es la imposición de un nuevo sentido común que reviente el viejo orden. Si la ley de las revolucion­es del XVIII de la periferia que van al centro (del imperio colonial a la metrópoli, de la provincia francesa a París) se traduce hoy, el vector de Túnez debería apuntar hacia China, hacia donde se desplaza el nuevo centro mundial. China con su enorme clase obrera. ¿Una China con una demografía anciana, revolucion­aria? “Por qué no. La revolución es lo impensable por definición, ¿Quién imaginaba la abolición de la monarquía en 1789, o aún más, la abolición de la esclavitud, motor de la economíamu­ndo, por los diputados en 1794?”. Pensar lo impensable supone abrirse a escenarios como el de una población vieja radicaliza­da en Europa por el deterioro/abolición de las pensiones. “Viejos bien conservado­s por los progresos de la ciencia, ¿se dejarán desposeer, o se sumarán a los jóvenes estigmatiz­ados de la periferia urbana?”. ¿Una revolución europea contra la UE neoliberal sin que exista el pueblo europeo? “Tampoco existía el pueblo francés en 1789, lo inventaron”, dice Serna. Solo la imaginació­n y el sueño permiten tantear lo inesperado.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain