La Vanguardia (1ª edición)

El ejército de Tailandia logra mayoría a favor de su Constituci­ón

La Junta se comprometi­ó a dejar el poder tras la consulta sobre la Carta Magna

- BANGKOK Redacción y agencias

A la Junta militar tailandesa le salió bien la apuesta. Se jugaban su prestigio poniendo la nueva Constituci­ón, que han redactado a su gusto, al escrutinio de un referéndum y lo ganaron ayer con un apoyo del 62%. Se abre la vía para que, tal y como prometiero­n, vuelvan a dejar el poder en manos civiles a partir del año que viene, pero también para que tengan los mecanismos legales para eternizar su supervisió­n sobre el gobierno.

De momento la estabilida­d, en un país que tiene un récord histórico en asonadas militares, no está del todo garantizad­a. La oposición criticó los pocos espacios que les dejaban para explicar sus puntos de vista sobre una Constituci­ón cuanto menos polémica.

La Junta militar, que encabeza el general Prayuth Chan-Ochoa, ya se encargó de cerrar las emisoras más activas a favor del no. Además, las semanas previas al referéndum puso en marcha una vasta movilizaci­ón en la que desplegó a más de 700.000 personas, muchos soldados, para explicar las bondades del documento. Y por si quedaban dudas sobre su postura, el propio Prayuth apareció el sábado en los medios para

Sólo un 38% de los votantes, la mayoría de zonas rurales, rechazaron el texto

dejar claro que al país le iba a ir mejor si votaba a favor.

Así las cosas, el resultado deparó pocas sorpresas. El sí ganó en prácticame­nte todo el país. Sólo un 38% rechazo el texto constituci­onal. La mayoría de esos votos se registraro­n en el sur, donde hay problemas separatist­as, y las zonas más agrarias del norte, principal bastión de la familia Shinawatra, que gobernaba el país cuando los militares decidieron en el 2014 volver a tomar las riendas debido a la sempiterna inestabili­dad política.

Con esta Carta Magna los militares han querido zanjar el problema de los enfrentami­entos entre

La nueva Constituci­ón permite al ejército copar el Senado y vetar el Gobierno

partidario­s y opositores de la familia Shinawatra, que habían llevado a un sinfín de violentas manifestac­iones antes de la asonada de hace dos años.

Uno de los puntos más controvert­idos del texto es la elección, formación y potestades del Senado. Los expertos consideran la Constituci­ón de 1997 como la más democrátic­a de la historia de Tailandia –y llevan 20 desde 1932– porque, entre otros avances, concedió al votante el derecho a elegir ambas cámaras parlamenta­rias.

El golpe militar de 2006 –donde se echó del poder por primera vez a los Shinawatra– y la reforma constituci­onal posterior restringie­ron la participac­ión ciudadana a la mitad del hemiciclo del Senado. Ahora, además, se le da más poderes de decisión. Viene a ser una jugada parecida al Parlamento de Birmania, donde los militares se arrogaron el derecho a tener parte de la Cámara. Ahora los uniformado­s tailandese­s también tendrán esta opción. Desde el Senado podrán situar sus candidatos y estos tendrán potestad de vetar o aprobar al nuevo Gobierno.

Otro punto polémico del texto es que da validez a todos los decretos dictados por la Junta militar

Los partidario­s de Shinawatra no han tenidos medios para dar a conocer sus críticas

en estos dos años, pese a no ser ratificado­s por el Parlamento.

A pesar de todo ello, el recuerdo aún reciente de los graves disturbios políticos y la búsqueda de una cierta estabilida­d parecen haber pesado más en el votante que ha acabado aceptando este peaje militar para poder seguir con su peculiar versión de democracia y desarrollo económico.

Otro importante factor que hay que tener en cuenta es la delicada salud del monarca, que también crea mucha incertidum­bre. Bhumibol Adulyadej acaba de cumplir los 70 años de reinado –el más largo del mundo– y es la única figura institucio­nal de consenso en el país. Sin poderes efectivos, pero respetado por todos, ha sabido mantenerse por encima del rifirrafe político y salir airoso cada vez que ha tenido que aceptar un nuevo golpe militar.

Bhumibol encarna la unidad del país y se le venera de un modo casi religioso. Sin embargo, a sus 88 años, parece estar grave. Las informacio­nes sobre el monarca se dan con cuentagota­s precisamen­te para ahondar en ese aire de divinidad. Pero los rumores de una muerte cercana se han extendido y nadie sabe qué consecuenc­ias provocará su desaparici­ón.

Queda por ver cómo reaccionar­á la familia Shinawatra. Yingluck Shinawatra, que fue primera ministra del 2011 hasta el golpe, aceptó el reto del referéndum y llamó a sus seguidores a acudir a las urnas. Ayer, tras la derrota, recordó que no les habían dejado hacer campaña y sigue teniendo un muy fuerte apoyo entre las clases obreras y el campesinad­o.

Quizás, ante tanta incertidum­bre, se explique por qué los militares se han dado aún un periodo de transición de cinco años.

El miedo a la inestabili­dad por la frágil salud del rey ha pesado en los votantes

 ?? DARIO PIGNATELLI / BLOOMBERG ?? Cola de soldados ayer en Bangkok para votar en el referéndum auspiciado por el ejército para dotar a Tailandia de una nueva Constituci­ón
DARIO PIGNATELLI / BLOOMBERG Cola de soldados ayer en Bangkok para votar en el referéndum auspiciado por el ejército para dotar a Tailandia de una nueva Constituci­ón
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