Pierre Casiraghi y Beatrice pasean su amor por Palma
Pierre Casiraghi, hijo de la princesa Carolina de Mónaco, ha sido el protagonista de las regatas de la Copa del Rey Mapfre y este sábado recibió, de manos de don Felipe, un trofeo como armador del Malizia, un catamarán volador a bordo del que ha competido en la prueba náutica. Pierre llegó solo a Mallorca, después de asistir el lunes, en Milán, al entierro de Marta Marzotto, abuela de su esposa, Beatrice Borromeo. El sábado, cuando ya nadie lo esperaba, la bella Beatrice hizo su aparición en la entrega de premios de la regata, sujetando su melena rubia en una cola de caballo y vestida de blanco. La joven, mezclada entre el público, junto a las parejas del resto de miembros de la tripulación del barco, aplaudió y silbó cuando su marido subió a la tarima para recibir el trofeo y después le felicitó con un beso. La pareja se prodigó muestras de afecto, sentada ella sobre las piernas de él, cogidos siempre de la mano formando una tierna estampa.
Beatrice y Pierre pasearon su amor por la noche palmesana antes de regresar a una villa en el centro de la isla, que la tripulación del Malizia ha alquilado durante su estancia en Mallorca.Tanto Pierre como Beatrice, que el 1 de agosto cumplieron su primer año de casados, dieron muestras de una amabilidad extrema cuando alguien se acercaba a saludarlos, atentos con todo el mundo. Ninguno de los dos había estado nunca en la isla y, aunque sólo han pasado unos días, prometieron regresar el año que viene. Pierre quiere competir de nuevo y Beatrice acompañarle desde el primer día. Se da la circunstancia de que Rainiero y Gracia de Mónaco pasaron parte de su luna de miel en el hotel Formentor.