Los conflictos racistas y políticos no dan tregua
En apenas un par de días de competición los Juegos de Río ya han topado con la cruda realidad de los conflictos racistas y políticos que ocupan a diario la actividad mundial. La ilusoria tregua olímpica es cada vez más irreal.
Ya el pasado viernes se produjo un primer conflicto cuando los atletas libaneses impidieron a la delegación israelí utilizar el mismo autobús para desplazarse al estadio de Maracaná, para la ceremonia inaugural, y les bloquearon el acceso. La ministra israelí de Deportes, Miri Reguev, ha calificado de “racistas” y “antisemitas” a los deportistas libaneses.
El entrenador del equipo de vela de Israel fue quien divulgó el suceso y explicó cómo los atletas de Líbano les vetaron el acceso al autobús. “Finalmente los organimanos zadores nos dirigieron a otro vehículo, fue vergonzoso”, señaló.
Ayer, en la competición de judo, Joud Fahmy, representante de Arabia Saudí, no se presentó al combate que debía enfrentarla con Christianne Legentil, de Mauricio. Oficialmente por hallarse lesionada, pero otras fuentes aseguran que en realidad decidió no competir porque, si superaba la eliminatoria, su próxima rival era la israelí Gili Cohen. Fahmy estaba inscrita en la categoría de hasta 52 kilos, la misma en la que competía la valenciana Laura Gómez.
Los deportistas de Kosovo son otro motivo de polémica, especialmente para Serbia, que no reconoce (como España) la independencia de este territorio balcánico. El Gobierno serbio ha avisado a sus atletas de que no deberían acudir a ninguna ceremonia de entrega de medallas si les correspondiera compartir el podio con representantes de Kosovo. El ministro de Deportes serbio, Vanja Udovicic, ha aclarado que “la decisión final queda en
Líbano expulsa a Israel del autobús, los serbios no quieren podios con Kosovo y una judoka saudí se retira
de los deportistas”, pero insiste en que “nuestros representantes no deberían escuchar el himno de Kosovo ni contemplar como ondea su bandera”.
Kosovo forma parte del movimiento olímpico desde 2014, por lo que debuta en los Juegos de Río. La delegación kosovar consta de ocho deportistas: tres hombres (ciclismo, natación y atletismo) y cinco mujeres (dos judokas –una de ellas, Majlinda Kelmendi, ganó ayer la primera medalla de oro para su país en la categoría de -52 kg–, una nadadora, una atleta y una tiradora). Algunos ya participaron, bajo bandera albanesa, en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.