La Bisbal quiere distribuir agua en camiones cisterna
Hacer nuevos pozos o instalar un filtro en la planta potabilizadora son otras opciones que se suman al bombeo de agua de Fontanilles
La indignación se ha apoderado de los vecinos de La Bisbal d’Empordà y también de los de Forallac, que desde hace ocho días no pueden beber agua del grifo ni usarla para cocinar porque está contaminada por un exceso de herbicidas. El Ayuntamiento de la capital del Baix Empordà estudia diferentes opciones para solucionar el problema de forma urgente, pero anteanoche, en una sesión informativa en el teatro Mundial del municipio, advirtió a la población que “la solución no será inminente”.
Ya se han activado varias medidas: Cáritas repartió ayer garrafas de agua de ocho litros en las casas de las familias con menos recursos y el Consistorio trabaja para que la Agència Catalana de l’Aigua suministre en camiones cisterna agua apta para beber.
La prioridad municipal sigue siendo aumentar la aportación de agua de la planta de Fontanilles hacia La Bisbal y disminuir la que procede del acuífero del Daró, donde se detectó la presencia de plaguicidas: diurón y terbutilazina. Pero otras actuaciones previstas en caso de que esta opción no sea factible son la creación de nuevos pozos o la instalación de un filtro de carbón activo en la planta potabilizadora.
“Todo requiere de estudios previos. Es cuestión de semanas”, insistió en la reunión el hidrogeólogo asesor de la junta de usuarios de Aigües del Baix Ter, Jordi Montaner. Para los representantes de Sorea, empresa concesionaria del servicio, la mejor alternativa es aumentar la aportación de agua desde Fontanilles.
“Estamos haciendo pruebas de bombeo en Fontanilles para ver si es posible traer más agua hacia La Bisbal y Forallac a fin de mezclarla con la de los pozos contaminados para reducir la concentración de herbicidas. Pero hemos de asegurarnos de que este incremento no provoque después problemas a los pozos de Fontanilles”, insistió ante los vecinos el concejal de Comunicación, Josep Maria Castells.
La concentración de herbicidas se atribuye, según precisaron los participantes en el encuentro, a la actividad agrícola y en especial a los cultivos de maíz de la zona, pero también se ha hallado contaminantes procedentes de la pintura de piscinas. “La sequía y el hecho de que el acuífero del Daró sea superficial –y, por lo tanto, más vulnerable– han ayudado a incrementar los niveles de los herbicidas”, subrayó Jordi Montaner.
El alcalde, Lluís Sais, apostó por la “solución más rápida posible”, pero insistió en que hará falta otra definitiva tras constatar que la potabilizadora de Fontanilles “no ha sido la solución a los problemas de agua de la ciudad como todos vecinos quisieron creer en el 2007”, cuando se construyó para acabar con el problema de los nitratos. El alcalde anunció también que el Ayuntamiento –que no Sorea, según precisó– bonificará parte de los recibos del agua ya que el agua no se puede utilizar ni para beber ni para cocinar. Además, expuso que se tendrá en cuenta que los vecinos han tenido que recorrer a agua embotellada, que es más cara que la del grifo. “Estamos haciendo un estudio para concretar la rebaja”, apuntó.
A la reunión no asistieron ni representantes de la Agència Catalana de l’Aigua ni del Departament d’Agricultura porque, según alegaron, no disponían de expertos “en estos momentos”. Los vecinos, que llegaron a increpar a los ponentes, criticaron también la falta de mantenimiento de la red de suministro y reclamaron medidas de prevención. “El Empordà está seco. Estamos ante un cambio climático. Son necesarias políticas de prevención como cambiar el modelo de agricultura si el que hay requiere tanta agua”, espetó una vecina.
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