Bravo quiere poner rumbo a Manchester con Guardiola
El Barcelona quiere levantar el primer título y para amarrar la copa cuenta aún con el chileno en la portería
De madrugada, el Barcelona puede celebrar frente al Sevilla su primer título de la temporada, la Supercopa de España, que sería el octavo trofeo de las diez competiciones en las que ha competido con Luis Enrique. En gran parte de esos éxitos ha participado Claudio Bravo, titular indiscutible en las dos Ligas ganadas y en el Mundial de Clubs. Igual que el conocido como el partido del gazpacho, también contra el equipo andaluz, representó la bienvenida de Ronaldinho, que marcó un golazo, el de hoy puede significar prácticamente el adiós del portero chileno, al que quizás le queden dos noches en el Camp Nou antes de fichar por el City. “Bravo jugará la vuelta contra el Sevilla y el sábado contra el Betis”, aseguran sin pestañear en los despachos del Barça. Pero nadie pone la mano en el fuego por lo que pase más allá cuando Ter Stegen
PANORAMA se recupere de la lesión de rodilla.
La historia dice que al conjunto blaugrana nunca le han remontado después de ganar 0-2 en la ida. Son nueve precedentes en la Copa, uno en la Supercopa española y otros nueve en Europa en los que siempre ha defendido en casa la renta conseguida a domicilio. Para amarrar el título que dejó tan bien encarrilado el domingo, Luis Enrique no quiere especular. “El objetivo es ganar, ser superior y hacerlo con nuestro fútbol. Es un marcador que se puede reabrir. Así que buscaremos golpear primero al Sevilla para volver a llevarnos el partido”.
Ese fue el mensaje ambicioso del asturiano, que también apela a la seguridad defensiva de sus hombres, que no dejaron chutar al Sevilla en el Pizjuán. “Estuvimos a un gran nivel. Excepto dos remates de córners no recuerdo ocasiones claras. Que el rival genere pocas cosas, te acerca a la victoria”, recordó, sobre todo si delante están inspirados el asistente Messi y el goleador Luis Suárez.
Luis Enrique también cuenta con el penúltimo servicio de Claudio Bravo para la causa. Reclutado hace dos años para competir codo con codo con Ter Stegen, el chileno ha dado un rendimiento fantástico en los 73 partidos que ha jugado hasta la fecha. En más de la mitad de sus encuentros, 42, Bravo ha dejado la portería a cero.
Esa es una de las razones por las que el Barça se resiste a dejar escapar al capitán de la selección chilena, de 33 años, que quiere irse al Manchester City, donde Guardiola sí que le asegura la titularidad. Al club le ha ido muy bien con la alternancia y no quiere salir perdiendo en la transacción con Bravo, que tiene una cláusula de 40 millones. “En el peor escenario nos quedaremos como estamos”, revelan fuentes
Luis Enrique quiere tres porteros y el club no venderá si no tiene un sustituto de nivel similar
barcelonistas. “En el primer equipo yo prefiero tres porteros”, dejó claro Luis Enrique. “A mí nadie me ha venido a pedir que quiere jugar más. Yo ya sé que un jugador quiere jugar. Todos quieren todos los minutos. Para mí ese debate ni ha existido ni existirá”, se enfadó el técnico. “Claudio nos ha dado muchísimo”, apuntó Javier Mascherano. “Ojalá su decisión sea quedarse con nosotros. Porque ha sido una pieza clave estos dos años. Si su decisión es irse lo entenderé porque busca lo mejor para él. Pero nuestra idea sería contar con él, Ter Stegen y con Masip”, expresó el cuarto capitán.
Es decir que el chileno no saldrá hasta que el Barça no tenga a un sustituto de un nivel similar. Ya ha habido contactos con el valencianista Diego Alves, de 31. “Creo que van a entrar jugadores seguro y también va a haber salidas”, vaticinó Luis Enrique, que sabe que la plantilla no está ni mucho menos cerrada aunque hoy se gane el primer título.