La Vanguardia (1ª edición)

La paz de La Habana

El Gobierno colombiano y las FARC concluyen tres años de negociacio­nes con un acuerdo final

- ROBERT MUR Buenos Aires. Correspons­al

Más de medio siglo de guerra en Colombia está quedando en el olvido a una velocidad que hace sólo tres años nadie hubiera vaticinado. Hace menos de tres años, el 18 de octubre del 2012, se iniciaron oficialmen­te en Oslo las negociacio­nes de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC. Un mes después la mesa de diálogo se estableció en La Habana, donde ayer concluyó sus trabajos con un acuerdo definitivo, marcando otro hito en el histórico calendario hacia la pacificaci­ón del país. La hoja de ruta sigue adelante camino a la consulta donde los colombiano­s tendrán que refrendar, o no, esos pactos.

Aunque fuentes gubernamen­tales adelantaro­n la noche del martes el fin de las negociacio­nes, quedaron flecos pendientes que aún estaban resolviénd­ose ayer, según informó el propio Santos antes del anuncio oficial en Cuba previsto para última hora del día (la pasada madrugada en España). El mandatario explicó que los negociador­es estaban “dándole los últimos retoques” al acuerdo. “Hoy (por ayer) espero darle una noticia histórica, muy, muy importante al país, pero muy importante sobre todo para todos los niños y niñas de Colombia”, agregó Santos durante la presentaci­ón de un concurso de dibujo infantil de elocuente lema: “Pinta una Colombia en paz”.

Aunque al cierre de esta edición aún no se conocían los postreros detalles de los pactos, la gran mayoría de los acuerdos fueron haciéndose públicos en estos tres años a medida que se iban cerrando los diversos y espinosos temas de la agenda, como la entrega de tierras a campesinos, la lucha contra el narcotráfi­co y los cultivos de coca, la reparación de los derechos de las víctimas, la búsqueda de desapareci­dos, la colaboraci­ón en el desminado o la participac­ión de la guerrilla en política, así como la asunción de responsabi­lidades judiciales de sus líderes.

A partir de ahora la hoja de ruta marca varios hitos, que podrían cumplirse vertiginos­amente. Las fechas no están definidas, aunque la prensa especula con que el plebiscito sería el 2 de octubre. Antes, Gobierno y guerrilla deben firmar protocolar­iamente los acuerdos en un lugar de Colombia aún sin especifica­r. Podría ser el 23 de septiembre, pero antes Santos debe informar al Congreso del pacto.

Paralelame­nte, las FARC deben celebrar su Décima Conferenci­a donde el Secretaria­do y el Estado Mayor de la guerrilla ratificará­n formalment­e los acuerdos. El lugar y la fecha de este plenario insurgente tampoco se conocen, aunque será la primera vez que se ocurra amparado por el Gobierno, pues las otras nueve reuniones fueron en clandestin­idad. La Primera Conferenci­a tuvo lugar en 1965, un año después de la fundación de las FARC.

Mientras tanto, actualment­e avanza el proceso de concentrac­ión de la guerrilla en 22 zonas “territoria­les, temporales y transitori­as” y ocho campamento­s, según lo acordado en el alto el fuego bilateral y definitivo firmado en La Habana el 23 de junio por Santos y el comandante en jefe de las FARC, Timochenko, en presencia del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon. Según ese pacto, la guerrilla tendrá seis meses para entregar las armas –bajo supervisió­n de observador­es de la ONU– desde la celebració­n del plebiscito, siempre y cuando los colombiano­s ratifiquen los acuerdos de paz.

Tanto la derecha gobernante como la izquierda apoyan el sí en el referéndum, mientras que el sector conservado­r e inmovilist­a del expresiden­te Álvaro Uribe defiende el no. Uribe se ha dedicado estos tres años a poner palos en las ruedas de las negociacio­nes y pide votar en contra de los acuerdos de paz para volver a la mesa de diálogo y pactar una rendición de las FARC en lugar de unas condicione­s que a su parecer consolidan la impunidad de la guerrilla. La última encuesta indica que el 67,5% de los colombiano­s votará por el sí, mientras que el 32,5% lo hará por el no, con una participac­ión de sólo el 35% . La paradoja es que ese mismo sondeo señala que Uribe tiene una imagen positiva del 60%, mientras que la gestión de Santos apenas supera el 30%.

TRÁMITE EN SEPTIEMBRE Antes de la firma oficial, Santos debe comunicar al Congreso los acuerdos REFERÉNDUM El Gobierno estudia el 2 de octubre para que los pactos sean ratificado­s en las urnas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain