Podemos pugna al límite por no ser el gran perdedor del reparto de escaños
El número dos de Podemos, Íñigo Errejón, no perdía ayer la esperanza de un acuerdo aceptable de última hora sobre la distribución de escaños en el hemiciclo del Congreso. La Mesa de la Cámara prevé decidir hoy al respecto. El resto de los grupos tenía pergeñado ya un pacto sobre la colocación de cada cual en el anfiteatro del Parlamento, pero el partido de Pablo Iglesias no aceptaba la propuesta y ayer presentó una alternativa sobre la que negociaba a brazo partido para no salir como gran perdedor de esta pequeña pero importante guerra territorial.
Con unos resultados electorales no demasiado diferentes de los del 2O-D, tras los cuales Podemos ya hubo de luchar lo suyo para no verse relegado al gallinero del Congreso, el reparto no habría planteado esta vez un gran problema de no haber sido por la denegación de un grupo propio a los ocho diputados convergentes y su consiguiente incorporación al Grupo Mixto.
El hueco que ocupaban Francesc Homs y sus compañeros fue objeto de inmediato deseo de muchos. Pero enseguida la mayoría de partidos de peso pactaron una sencilla solución consistente en que Esquerra ocupara el hueco dejado por CDC. Podemos era el único perjudicado, al quedar en una posición ligeramente más atrasada que la que había conquistado en la breve legislatura anterior. Luego, las siete formaciones integradas en el Mixto introdujeron una leve corrección sobre el acuerdo mayoritario, pero el cambio sólo les afectaba a ellos y no a Podemos.
A unas horas de la reunión de la Mesa, fuentes del partido morado señalaban ayer su esperanza en un arreglo in extremis en virtud de la “voluntad de todos” para que lo hubiera. Esa voluntad, reforzada por el llamamiento en tal sentido de la presidenta del Congreso, Ana Pastor, se explica en gran parte por el temor común a visualizar ante la opinión pública una pelea “de sillones” en pleno bloqueo político.