Cuidado de los ancianos
He leído la carta de Julián Murlanch de Barcelona sobre el trato y la forma de organizar la vida de los muchos ancianos que viven en residencias (“Residencias geriátricas”, 22/VIII/2016). Quizá sí que todo es muy mecánico y poco humano en algunos conceptos, como estar sentados en sillas alineadas, con televisores que nadie mira, con sus miradas perdidas ante sus recuerdos.
Es muy complejo el trato que se debe dar a la diversidad de enfermedades que sufren los ancianos, las más comunes el alzheimer y la demencia, ya que hoy existen cantidad de ancianos centenarios. Yo, como visitador habitual de mi esposa que sufre de alzheimer, observo día a día la gran labor y profesionalidad de las cuidadoras, algunas de ellas jóvenes de 17 y 18 años con una vocación ejemplar, maratoniana.
Observo a los profesionales que en muchos casos sortean las complicaciones para dar un servicio digno que elogiar. Yo en algunos casos colaboro como voluntario. Pienso que un equipo de voluntarios en pequeñas ayudas de los familiares de los residentes daría otra dimensión a la calidad de vida de nuestros ancianos. Los colegios deberían dar a conocer más las residencias geriátricas con visitas a las mismas.
ENRIC ALONSO PADRÓ Barcelona