Los mayores de 45 años protagonizan seis de cada diez ahogamientos
La cifra de fallecidos por ahogamiento en España no deja de crecer. Sólo en agosto han muerto 48 bañistas. Y en lo que va de año, 312, en torno a un 20% más que en 2015, a pesar de que en julio se registraron 30 víctimas menos que el año pasado, según los datos que registra la Federación Española de Salvamento y Socorrismo (RFESS). Y no son los niños, sino los mayores de 45 años quienes con mayor frecuencia protagonizan estos accidentes. Seis de cada diez víctimas superaban esa edad.
La coordinadora de la Comisión de Prevención de Ahogamientos de la RFESS, Ana Domínguez, explicó ayer a la agencia Efe que el perfil del ahogado es un hombre –ocho de cada diez víctimas eran varones– mayor de 45 años, si bien la vulnerabilidad es mayor a partir de los 50 porque las situaciones extremas y el sobreesfuerzo que conllevan los incidentes en el agua pueden complicarse con cardiopatías previas u otras enfermedades que agravan la situación.
La mitad de las muertes por ahogamiento de este año se produjeron en playas, un 19% en ríos y un 7% en piscinas. Y, según explican los responsables de salvamento, aunque la cifra de víctimas crece en los meses estivales por la mayor afluencia de veraneantes a playas y zonas de baño interiores como lagos y pantanos, estos accidentes ocurren durante todo el año porque falta sensibilización en la población sobre los peligros que comporta el medio acuático. De hecho, 154 de los 312 ahogamientos registrados este año se produjeron entre enero y mayo, según los datos proporcionados por Jessica Pino, la responsable del Informe Nacional de Ahogados.
Desde esta federación denuncian que existe una falsa seguridad y creencia de que en los sitios conocidos no pasa nada cuando no es así, y enfatizan que la mayoría de las muertes por ahogamiento y cortes de digestión podrían evitarse no exponiéndose a riesgos innecesarios y aplicando sentido común. El 87% tuvieron lugar en espacios no vigilados, y por ello se desaconseja bañarse en ríos de gran caudal, pozas o cascadas naturales.
Los expertos de salvamento indican que el ahogamiento se produce de forma rápida y silenciosa y, en el caso de los niños, a menudo en el entorno familiar, en bañeras e incluso en piscinas hinchables, porque un bebé puede ahogarse en 30 centímetros de profundidad. Entre los 312 ahogados hasta ayer figuran cinco menores de 3 años, cuatro de entre 4 y 6 y cinco que tenían entre 11 y 17 años. Por comunidades autónomas, el mayor número de fallecimientos se ha registrado en Galicia, seguida de Andalucía y Canarias.