La familia que murió abrazada

Andrea Tuccio y Graziella Torrone eran un joven matrimonio con dos niños, Riccardo y Stefano, de ocho años y ocho meses, respectivamente. Tras horas de búsqueda, la pareja fue encontrada sin vida y abrazada a sus hijos entre los escombros de su casa en Accumoli, uno de los pueblos más afectados por el devastador terremoto. Los padres intentaron proteger a los niños que dormían cuando la tierra tembló a las 3.36 hora local, desafortunadamente, no tuvieron opción de salvarlos.

El primero sacado de los escombros por los equipos de rescate fue Stefano. El pequeño todavía respiraba. Sin embargo, la esperanza duró poco. Después de haber luchado con todas sus fuerzas, el niño falleció en la ambulancia que le trasladaba al hospital. Unos minutos después, fueron extraídos los cuerpos de sus padres y de su hermano mayor. De la casa, que se encontraba en la plaza principal al lado de la iglesia de San Francesco, no queda ni rastro. Se derrumbó por completo. Y el campanario cayó sobre la casa de la infortunada familia.

El alcalde de la localidad, Stefano Petrucci, ha revelado que la familia había sido víctima de la mala suerte: “La iglesia había experimentado obras recientes, pero no podían ser suficientes, porque una estructura de mampostería tan alta no habría resistido el temblor de ninguna manera. La casa de la familia Tuccio ha caído solamente por esto, ya que las placas de acero que la rodeaban sí habrían resistido el terremoto”.

“Cuando oí el choque fui corriendo a la casa de mi hermano para ayudar con los niños, pero al llegar y ver el edificio destruido supe enseguida”, contó Katia, la hermana de Andrea Tuccio al diario Il Giornale. “No tengo nada más, he perdido a mi hermano, mi cuñada y mis tesoros”, dijo.

Accumoli, que tenía poco más de 700 habitantes, es una de las localidades que casi ha desaparecido. El alcalde aseguró que el pueblo ha sido devastado y que casi todas las casas se han derrumbado y las que siguen en pie están fuertemente dañadas.