La Vanguardia (1ª edición)

Graves daños a un rico legado de edificios medievales y renacentis­tas

- EUSEBIO VAL Amatrice. Correspons­al

Como es inevitable en todos los terremotos que golpean a Italia, también en este caso, además de las pérdidas humanas, se ha producido un grave daño a un patrimonio cultural que no tiene parangón en el mundo occidental. Se han visto afectados, de manera más o menos importante, edificios de carácter religioso y civil, de alto valor arquitectó­nico, de época medieval y renacentis­ta.

El seísmo de L’Aquila, en abril del 2009, ya supuso un duro castigo para uno de los cascos antiguos más bellos de Italia. Tres años después, en el 2012, los temblores que sacudieron la región de Emilia-Romaña causaron muchos destrozos en iglesias. Esta vez, pese a ser núcleos de población pequeños, también hay víctimas culturales significat­ivas, por ejemplo, la iglesia de San Agustín, en Amatrice, levantada en el siglo XV. En Norcia, otra de las localidade­s afectadas, los monjes han pedido ya ayuda, a través de Facebook, para que se done dinero para reparar la basílica de San Benito. Han sufrido los embates del terremoto los frescos del castillo de Luco, una singular construcci­ón de forma elíptica.

Desde las páginas del diario Il Giornale, el prestigios­o crítico de arte Vittorio Sgarbi lanzó ayer un aviso sobre los destrozos y los peligros si no se actúa con prontitud y profesiona­lidad para salvar el patrimonio en riesgo. “Ahora la prueba más difícil será una reconstruc­ción que no traicione la memoria y sea respetuosa con las piedras”, escribió Sgarbi, y alertó para que no se cometan algunos de los errores en poblacione­s próximas a L’Aquila.

El Ministerio de Cultura ya ha puesto en marcha visitas de inspección para evaluar el impacto del último seísmo. Se ha empezado por las zonas más alejadas del epicentro, para no dificultar las labores de rescate en los núcleos donde aún hay víctimas bajo los escombros. Uno de los problemas del cuidado y reconstruc­ción del patrimonio arquitectó­nico en Italia es que se aplican normas muy estrictas para no modificar monumentos ni alterar estilos. Se es muy celoso de la originalid­ad del legado. Pero esto retrasa y encarece los trabajos. En parte es lo que ha sucedido en L’Aquila.

El titular de Cultura, Dario Franceschi­ni, ha tomado la iniciativa simbólica de donar la totalidad de los ingresos por las entradas de los museos estatales, el próximo domingo, a las ciudades y pueblos afectados por el seísmo del martes. El ministro invitó a los italianos a visitar los museos como muestra de solidarida­d.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain