El Senado de Brasil inicia el juicio final contra Rousseff
La Cámara Alta, presidida por el titular del Supremo, oye a los primeros testigos
Buenos Aires. Corresponsal Llegó la hora del juicio final. El Senado brasileño inició ayer la sesión que pondrá fin al proceso de impeachment contra Dilma Rousseff y que, con toda probabilidad, acabará siendo definitivamente destituida como presidenta e inhabilitada durante ocho años. Será también la sesión con más morbo, ya que la propia Rousseff comparecerá personalmente para defenderse, aunque su intervención no está prevista hasta el lunes.
Con un formato similar al de una vista oral, la Cámara Alta abrió el juicio bajo la presidencia excepcional de Ricardo Lewandowski, titular del Tribunal Supremo. Como indica el procedimiento de impeachment, el presidente de la más alta instancia judicial de Brasil debe dirigir el debate para garantizar un proceso justo y no politizado.
Sin embargo, como ha quedado patente desde que la acusación contra Rousseff fue aceptada por el destituido presidente del Congreso, Eduardo Cunha, en diciembre pasado, la decisión de echar definitivamente a la mandataria del cargo para el que fue reelegida en el 2014 es meramente política. Tal y como ya sucedió el 12 de mayo, cuando fue apartada temporalmente del poder tras una votación del Senado y sustituida por Michel Temer.
“Los senadores se convierten ahora en verdaderos jueces y, por tanto, deben dejar de lado sus preferencias políticas y personales”, dijo Lewandowski al abrir la sesión. El presidente del Senado en funciones pidió a los legisladores “actuar con la máxima exención y objetividad” y evitar “todo comportamiento que pueda suponer favoritismo o predisposición”.
Al igual que hoy, ayer era el turno de los testigos, que pueden ser interrogados por los senadores. No obstante, antes de escuchar las primeras declaraciones, Lewandowski pasó varias horas rechazando las peticiones de los partidarios de Rousseff de suspender el juicio con distintos argumentos. En un momento, incluso, el magistrado interrumpió la sesión durante unos minutos
Rousseff comparecerá el lunes para defenderse y la madrugada del martes podría ser destituida e inhabilitada
a causa de una fuerte bronca provocada cuando la legisladora Gleisi Hoffman, del Partido de los Trabajadores, cuestionó la “moral” de los senadores para juzgar a la mandataria suspendida.
El primer testimonio –propuesto por la acusación– fue el del fiscal del Tribunal de Cuentas, Júlio Marcelo de Oliveira, que consideró que en el 2015 Rousseff “violó la ley de Responsabilidad Fiscal, la ley de presupuesto y la Constitución” al autorizar las llamadas pedaleadas fiscales, una maniobra presupuestaria para pagar subsidios a través de bancos públicos, de carácter irregular pero utilizada anteriormente por otros gobiernos.
Si no hay sorpresas, tras escuchar hoy al resto de testigos, la sesión se interrumpirá el fin de semana para ser retomada el lunes, cuando comparecerá Rousseff antes de que todos los senadores intervengan para explicar su voto. La votación final podría realizarse en la madrugada del martes.
“Hoy (por ayer) comienza el día de la vergüenza nacional, el día en que los senadores empiezan a romper la Constitución del país y el día en que comienzan a debatir el castigo de una mujer inocente, cuyo único crimen cometido fue justamente el de ser honesta”, declaró ayer el expresidente Lula, en defensa de su sucesora.