Pastor diseña el debate bajo la fórmula que el PP rechazó con Sánchez
El debate en que Mariano Rajoy presentará su programa y pedirá la confianza del Congreso para su reelección como presidente tendrá el mismo formato que el PP criticó severamente cuando, en marzo, el entonces jefe de la Cámara, el socialista Patxi López, dispuso la ordenación de la sesión de investidura del candidato Pedro Sánchez.
Rajoy, al igual que en aquella ocasión el líder socialista, será el único en intervenir en la primera jornada del debate: en concreto, el martes, a partir de las cuatro de la tarde. Sólo al día siguiente intervendrán los portavoces de los grupos.
Ana Pastor, como máxima responsable del Congreso, subrayó su exclusiva responsabilidad en el polémico planeamiento de la cita parlamentaria. Una decisión que dijo haber tomado tras examinar “los pros y los contras” y tratar de que los grupos “tengan tiempo para analizar las propuestas” de Rajoy.
La también exministra de Fomento, entre otros muchos cargos al lado de Mariano Rajoy, no se salió de ese guion cuando los periodistas le preguntaron sobre las fuertes protestas de su partido el día en que Patxi López reservó a Sánchez, en exclusiva, la primera jornada de su intentona de elección.
El portavoz del grupo popular, Rafael Hernando, acusó entonces a López de eludir la obligada neutralidad del presidente de la Cámara para ponerse “al servicio del PSOE”. Dijo que eso era tanto como saltarse “a la torera” las normas parlamentarias y constitucionales mediante un “uso indecente” de las prerrogativas de su cargo. Y añadió: “No se puede usar la Cámara como un instrumentillo más de Ferraz”
Rajoy, como Sánchez en marzo, será el único que intervenga el primer día de la sesión de investidura
para convertir el primer día de tan importante plenario en “un monólogo y un showroom a mayor gloria de Sánchez”.
La primera votación de investidura de Rajoy, después de las réplicas de los grupos, se celebrará el miércoles por la tarde. Si como se da por seguro Rajoy no obtiene la mayoría absoluta, cuarenta y ocho horas después tendrá lugar la segunda votación, en la que sólo se requerirán la mayoría simple de más síes que noes. Si el candidato sigue sin obtener el respaldo necesario, los partidos tendrán dos meses más para seguir intentando la investidura. Después de ese plazo habría que convocar elecciones, y como es sabido tocarían en Navidad.