La Vanguardia (1ª edición)

Chófer de reyes

JOSÉ IGNACIO GÓMEZ VALBUENA (1947-2016) Conductor, encargado del garaje de la familia real

- MARIÁNGEL ALCÁZAR

AJosé Ignacio Gómez Valbuena todo el mundo, en la Zarzuela y en el Rocío, le conocía como Valbuena y aunque su enjuta y elegante figura, tocada con la preceptiva gorra, aparece en varias fotos históricas sujetando el volante de un Rolls Royce, su trabajo y su nombre han permanecid­o anónimos hasta su muerte, el pasado martes en Madrid, a los 69 años como consecuenc­ia de una larga enfermedad. Valbuena fue, durante más de 40 años, el chófer del rey Juan Carlos, enseñó a conducir al rey Felipe y desde el 2004 era, además, el encargado de mantener en estado de revista los coches que tanto en actos oficiales como privados utilizaban los miembros de la familia real.

Valbuena llegó al parque móvil de la Zarzuela en 1971, con poco mas de 23 años, en un tiempo en el que eran cuatro y no había ni reyes. Enseguida congenió con don Juan Carlos, quien le eligió como su chófer personal, un trabajo que le llevó a compartir con el rey emérito millones de kilómetros, tanto en viajes privados como en oficiales. Si querías enfadar a Valbuena únicamente tenías que insinuarle todo lo que valía lo que había visto y oído mientras conducía a don Juan Carlos por carreteras principale­s y también por caminos secundario­s.

Efectivame­nte, un coche es un mundo pero Valbuena, que fue sobre todo una persona de total confianza de don Juan Carlos también fuera del vehículo, se ha llevado a la tumba todos los secretos. Nunca se dio importanci­a por la evidente confianza que le dispensaba don Juan Carlos, ni jamás explicó cómo en los años de plomo, con el riesgo de atentados en cada esquina y más en los viajes al País Vasco, don Juan Carlos le alertó personalme­nte del peligro de conducir un coche en el que viajaba el Rey. El Monarca nunca olvidó que Valbuena asumiera ese riesgo y, de algún modo, además, lo nombró su hombre en la calle, a quien le preguntaba por las preocupaci­ones de la gente, por lo que pasaba en círculos a los que ni don Juan Carlos ni sus asesores tenían acceso.

Valbuena, como casi todas las personas que han formado parte de su entorno cotidiano, entendía que la mejor forma de lealtad era no ser complacien­te con don Juan Carlos y prueba de ello es que fue el primero en advertirle que, tras el infortunad­o viaje a Botsuana, el país estaba cabreado “y mucho”, apostilló el conductor en la habitación del hospital donde don Juan Carlos se recuperaba de su operación de rodilla.

Si don Juan Carlos se paraba en un pueblo en fiestas para tomar un chocolate con churros, era porque Valbuena conocía el lugar, pero ese hombre leal y que hizo de su trabajo una forma de vida y un acto de servicio permanente, también fue el encargado de conducir el coche en el que viajaron Papas, reyes y presidente­s en sus visitas oficiales a España. Meticuloso y cumplidor, aun estando enfermo se preocupaba de que sus coches estuvieran siempre a punto.

Tenía los viejos Rolls Royces oficiales como una patena y, orgulloso, se colocaba el uniforme y la gorra cuando tocaba

Valbuena hacía llegar al rey Juan Carlos el pulso y las preocupaci­ones de la gente de la calle

acto solemne. El 19 de junio del 2014, don Felipe le pidió, como reconocimi­ento a tantos años de servicio, que condujera el vehículo el día de su proclamaci­ón como Rey y Valbuena, como en otras ocasiones históricas, se volvió invisible.

Casado en dos ocasiones, José Ignacio Gómez Valbuena, deja cinco hijos y su estela de un hombre bueno que dedicó su vida a trabajar y, cuando el servicio lo permitía, a disfrutar de su pasión rociera. Él, que había conducido los mejores coches y por los mejores sitios, era feliz a lomos de un caballo por las marismas.

 ?? CASA REAL ?? Valbuena, con el rey Felipe VI
CASA REAL Valbuena, con el rey Felipe VI

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain