Siempre quedará Hollywood
Café society Dirección: Woody Allen Intérpretes: Jesse Eisenberg, Kristen Stewart, Steve Carell, Blake Lively Producción: EE.UU., 2016. Duración: 96 minutos. Comedia. Café society es probablemente la película más romántica de Woody Allen desde Manhattan y, como aquella, deja a su término un poso de melancolía y tristeza que nos retrotrae a algunas excelsas comedias sentimentales de Mitchell Leisen, como la prodigiosa Recuerdo de una noche. Su materia prima es una historia de amor tradicional, con triángulo para entorpecer su desarrollo, separación, reencuentro, etcétera. Ambientada en los años treinta y bañada en nostalgia de buena ley, Allen la divide en dos partes. La primera transcurre en Hollywood, el Hollywood dorado (y por algo la fotografía, del gran Vittorio Storaro, es oro puro, como la de Días de radio) de Joan Crawford, Louis B. Mayer y Gary Cooper, con algunas desviaciones y subtramas, como la muy divertida del hermano gángster y sus ajustes de cuentas.
La segunda parte se desplaza a Nueva York y tiene su eje en el café del título, frecuentado por la gente guapa, rica e influyente de la ciudad. Jesse Eisenberg hace allí las veces del Humphrey Bogart de Casablanca. Y en Central Park tendrá lugar la imagen más definitoria y característica, genuinamente alleniana ,de Café society :el suave pero apasionado beso de los dos enamorados en un atardecer irreal, con el skyline dibujado en el horizonte. Como siempre, la ligereza de tono oculta un alambicado ejercicio formal, donde estilo, fluidez, frescura y elegancia se dan la mano levantando una comedia melodramática acaso no redonda, pero de irresistible encanto. Eisenberg, en un papel que sin duda habría asumido el propio Allen cuarenta años atrás, se revela, por segunda vez (la primera fue en A Roma con amor), una criatura alleniana de cabo a rabo. Y a enormísima altura se sitúan el cada día más flexible, camaleónico Steve Carell, y una Kristen Stewart que es toda ella fulgor: soberbio el reencuentro ingridbergmanesco en el café, abducida por todas las vanidades glamurosas que antes detestaba. En plena forma, en fin, el maestro Allen, cuya próxima cita tendrá un matiz inédito: la miniserie de televisión Crisis in six scenes.