Trump afronta en su hora más baja el fin de campaña
Hasta 150 altos cargos republicanos han retirado el apoyo a su candidato El demócrata Biden tilda de agresor sexual al magnate
Tras el escándalo originado al conocerse el contenido denigrante hacia las mujeres de un vídeo antiguo de Donald Trump, más de 150 líderes republicanos han retirado su apoyo al candidato republicano en la mayor crisis que se recuerda del Grand Old Party (GOP) tan cerca de las elecciones. Falta menos de un mes para las presidenciales y los líderes de la derecha estadounidense ya dan por perdida la presidencia del país para los próximos cuatro años. La mayoría de ellos defiende que una retirada a tiempo del candidato oprobiado evitaría males mayores, es decir la pérdida de la mayoría en el Senado y quién sabe si hasta en la Cámara de Representantes. Trump, sin embargo, ha optado por enrocarse, se niega a tirar la toalla y no queda prácticamente tiempo suficiente para que desde el Comité Nacional Republicano (RNC) se organice una operación política que le descabalgue a la fuerza. Trump no tiene pues remedio. No se retira y no puede ganar. “Esto no es recuperable”, resumía el estratega republicano Steve Schmidt en Bloomberg
La lista de líderes conservadores que han proclamado su disidencia con el candidato suma 33 desde el sábado e incluye a los nombres de mayor prestigio de la derecha estadounidense. Le han retirado el apoyo los dos anteriores candidatos a la presidencia, Mitt Romney y John McCain, los dos líderes republicanos del Congreso, el speaker de la Cámara de Representante, Paul Ryan, y el líder de la mayoría en el Senado, Mitch Mc Connell. Un tercio de senadores conservadores y un número considerable de gobernadores del GOP se han desmarcado de Trump. La lista de disidentes va creciendo a ojos vista y con nombres de prestigio como el de Condolezza Rice, secretaria de Estado con George W. Bush y que hasta ahora se había negado a pronunciarse sobre las bravatas del candidato de su partido. “¡Basta! Donald Trump no puede ser presidente. Debe retirarse”, escribió Rice en Facebook.
La sensación de caos y desesperación la puso de manifiesto ayer el propio compañero de carrera de Trump, el candidato a vicepresidente, Mike Pence. El gobernador de Indiana, que pertenece al sector ultrarreligioso del GOP, se declaró prácticamente en huelga de brazos caídos. Canceló todos sus actos de campaña, comunicándole a Trump que no se venía capaz de representarle ante le público “de una manera eficaz”.
Y con todo el sanedrín en contra ¿Cuál ha sido la reacción de Trump?. Fiel a su estilo agresivo, en su cuenta de twitter les ha llamado “traidores”, “hipócritas santurrones” y otros calificativos desagradables, y ha acentuado su actitud populista en el sentido de que no tiene el favor de los políticos pero sí del pueblo.
Como argumento, Trump utilizaba los sondeos publicados ayer y que señalaban que los votantes republicanos eran partidarios muy mayoritariamente de que los líde-
SENSACIÓN DE CAOS Los principales líderes republicanos de EE. UU. piden la retirada para evitar males mayores