Soko recrea en ‘La danseuse’, la vida de la bailarina Loïe Fuller
La expareja de Kristen Stewart recrea en ‘La danseuse’, la vida de la bailarina Loïe Fuller
Lo notable de las redes sociales es que sirven para dar a conocer a personajes a los que hace populares por sus tendencias más que por su talento.
Es el caso de Soko, Stéphanie Sokolinski, cantante y actriz nacida en una familia judía de origen polaco, de reconocida solvencia en los circuitos de culto tanto por su obra como por su estética. El festival de Cannes la consagró a partir del filme La danseuse presentado en la sección Un certain regard, aunque el mundo entero ya sabía de ella por ser la novia temporal de Kristen Stewart, la actriz de la saga
Crepúsculo que pasó a sus brazos tras retozar unos meses en los de Robert Pattinson, el coprotagonista de la serie, vayan ahora a saber si por contrato promocional.
Dinamarca lanzó a Soko al mundo de la música, y Francia al del cine, donde ya dejó claro en su primer largometraje, Clara, cet été-là (una adolescente que descubre su pasión por las chicas), por donde iban sus preferencias sexuales. Artista ecléctica, con un cierto aire expresionista a lo Björk y una estética posmoderna, no dudó en titular su cuenta de Myspace como Soko is dead tras unos conciertos en Australia, aunque aclaró luego que se trataba de una muerte artística, al no tener nada nuevo que ofrecer. En esas coordenadas, no quiso publicar su último álbum de estudio al que calificó de excesivamente comercial, una postura a la que es totalmente contraria.
En un intervalo de su búsqueda intelectual, le ofrecieron un personaje especial, el de la bailarina americana Loïe Fuller en el citado filme, La danseuse, debut en el largometraje de la artista multidisciplinar Stéphanie di Giusto, recibida en Cannes con elogios.
En buena parte estaban acaparados por Soko y por otra por la apuesta un tanto oportunista de ofrecer la coprotagonista a LilyRose Depp, hija de Vanessa Paradis y Johnny Depp, que interpreta en el filme a Isadora Duncan, alumna primero y rival después de Fuller a quien eclipsaría.
Fuller, bailarina misteriosa, sedujo con sus creaciones más allá de la danza, a la que incorporó efectos visuales, utilizando telas volátiles y luces multicolores a partir de inventos propios elogiados por los científicos franceses. Investigó y descompuso la noción del movimiento y las luces, estudiando la electricidad y el radio,
Cantante y actriz, las redes sociales ya habían hecho de ella un ídolo al colgar su idilio con la ex de Robert Pattinson
hablando de igual a igual con Edison y el matrimonio Curie. Precisamente en un tiempo en que Isadora volvía a la exaltación de la naturaleza y se desnudaba evocando danzas tribales y movimientos ancestrales, Fuller se cubría de docenas de metros de sedas formando mariposas, serpentinas, amebas, flores y llamas con luz propia.
A pesar del desprecio mutuo por esas convicciones, la danza las unió, aunque Isadora, con el mundo a sus pies, se portó mal con su protectora que acabó en la indigencia. Incluso tras la muerte: mientras que la tumba de Isadora en el cementerio de Père-Lachaise resplandece, de la de Fuller ha desaparecido hasta la lápida.
Soko recrea con precisión la vida de esta mujer abnegada, capaz de los mayores sacrificios para lograr sus objetivos. Tuvo el mundo a sus pies y fue invitada a todos los palacios, desde el de la reina Victoria a la corte imperial de China. En el colmo de coincidencias, cuenta en su biografía que tuvo los favores de la princesa Maria de Rumanía, que la ayudó a resolver determinados conflictos familiares.