Millie Bobby Brown, un valor en alza
Su padre pide 90.000 euros a las agencias de Hollywood
No hace falta creer en las artes oscuras para aceptar que hay una maldición en Hollywood y es que las estrellas infantiles se pueden quemar con mucha rapidez si no se las cuida. Lo podríamos llamar el síndrome de Shirley Temple o el de Tatum O’Neal, que obtuvo el Oscar con diez en 1973 y desde entonces tuvo más titulares por sus relaciones sentimentales (Michael Jackson, John McEnroe) y sus problemas con la heroína que por sus proyectos cinematográficos. Y, mientras que Millie Bobby Brown no está siguiendo el mismo camino en términos de salud, la niña de la serie Stranger things ya está preocupando por el asesoramiento que recibe. Según publica el Hollywood Reporter, su padre estaría pidiendo casi 90.000 euros por adelantado al agente que quiera representarla. Lo nunca visto en Los Ángeles.
La cuestión es que Robert Brown se estaría inspirando en las élites deportivas europeas, donde pedir dinero para firmar con una agencia no es nada raro, y estaría siguiendo los consejos de amigos del Reino Unido, país del que tienen la nacionalidad aunque Millie naciera y pasara sus cuatro primeros de vida en Marbella. Pero esta negociación preocupa en Hollywood. Mientras que es habitual que los actores (o, en este caso, sus tutores legales) negocien con las agencias y que estas puedan rebajar sus comisiones del 10%, la idea de pagar por adelantado podría sentar un temible precedente en un mercado tan especulativo y arbitrario como el audiovisual.
Estas exigencias encuentran su razón de ser en las decisiones que tuvieron que tomar los padres de Millie para convertir su hija, una apasionada de la actuación desde niña, en una estrella. Vendieron sus propiedades en el Reino Unido confiando en su talento y se quedaron sin prácticamente nada mientras ella participaba en Intruders, una serie fallida con Mira Sorvino, y conseguía papeles episódicos en Anatomía de Grey, Modern family y Érase una vez. La familia incluso se tuvo que separar cuando la hermana mayor de Millie dijo no sentirse cómoda en Estados Unidos. Ahora que el éxito por fin ha llamado a su puerta, su padre quiere recolectar las ganancias.
Sin embargo, sorprende que sea Millie Bobby Brown quien esté haciendo temblar los cimientos de Hollywood cuando antes de verano nadie conocía su nombre. Pero Netflix estrenó en julio Stranger things con Winona Ryder y la revelación fue esta niña de doce años que destacaba como Eleven, una enigmática niña con superpoderes. Como Netflix está en más de 190 mercados, el impacto fue instantáneo y global. Se venden figuritas suyas y genera raudales de fanart en las redes sociales. Atentos en las próximas fiestas de Halloween porque el look de Eleven (peluca mal puesta, vestido rosa sucio y un hilillo de sangre bajando por la nariz) podría ser tendencia.
Este ascenso meteórico no solamente tiene su razón de ser en la relevancia de Eleven y el éxito de la serie sino en una profesionalidad inusual para una chica de su edad. Cuando le raparon la cabeza para interpretar el papel ni tan siquiera perdió su sonrisa, entusiasmada por esta nueva oportunidad. En la semana de la moda de Nueva York se codeaba en primera fila con Winona Ryder, Chloë Moretz y Riley Keough como si fuera una mujer adulta. En la última edición de los premios Emmy cantó y bailó Uptown Funk con sus compañeros en la serie, Gaten Matarazzo y Caleb McLaughlin, para entretener las principales figuras de la industria de la televisión antes del comienzo de la gala. En el late night de Jimmy Fallon se lucía rapeando como Nicki Minaj. Y da entrevistas y ocupa portadas de revistas con una naturalidad que casi asusta.
Es por esto que preocupan las artimañas de su padre. Millie es una actriz muy prometedora en la industria pero ya se han visto otros jóvenes talentos arruinados por la ambición de sus padres (el síndrome de Macaulay Culkin) y pedir 90.000 euros a las principales agencias de Los Ángeles le pone el listón muy alto. Un éxito temprano, como bien saben Anna Paquin, Amanda Bines o Dakota Fanning, no comporta necesariamente una carrera igual de fulgurante y, de momento, Millie sólo tiene el rodaje de la segunda temporada de Stranger things en el calendario mientras le siguen buscando un agente.
En la industria miran con malos ojos que la familia explote el gran momento de la actriz de ‘Stranger things’