Isaki Lacuesta: cambio de piel

Sitges es un festival fajador. Lo encaja todo. Encaja incluso la impostura, el fingimiento y la mentira. Todo eso de lo que habla con elocuencia La propera pell, de Isaki Lacuesta e Isa Campo. Las clasificaciones en este caso son traidoras, thriller, drama familiar, o mejor, thriller familiar y rural a la vez,que llega a Sitges con el aval de cuatro de los premios más importantes del pasado festival de Málaga, incluido el Especial del Jurado. “Hablamos del fingimiento que permite, aunque sea por un tiempo nada más, construir un presente sin depender del pasado”, afirman ambos, Lacuesta y Campos. Pareja en la vida, pareja en el cine. “Dirigir para nosotros es una responsabilidad compartida”, comentan, y se hace difícil saber quién de ellos dos lo ha dicho. “Si acaso yo pienso más en términos de movimiento de cámara y encuadre, e Isa prefiere solucionar las cuestiones con los actores”, puntualiza Lacuesta. Juntos han escrito y dirigido un filme en la frontera de la frontera, cerca de ese punto límite cero donde conviven las medias verdades con las mentiras enteras. Cuenta La propera pell la historia de un retorno de un adolescente perdido (Alex Monner) junto a su madre (Emma Suárez), que lo es o no. No hay un director menos fiel a sí mismo que Lacuesta, que salta de género en género, del falso documental al drama histórico o la comedia, para llegar al mismo sitio: al acto de contar con imágenes. Dice: “Sí, quizá soy un impostor de mí mismo. ¿No los somos todos un poco acaso?”. / Salvador Llopart