La Vanguardia (1ª edición)

Buenos augurios en Manresa

Mayte Martín cierra la Fira Mediterràn­ea

- Donat Putx Manresa

La Fira Mediterràn­ia de Manresa, clausurada ayer, ha acogido desde el día 6 una voluminosa programaci­ón articulada entorno a tradición, con la música como principal reclamo. El sábado, destacaron las nuevas propuestas de músicos catalanes, como la del dúo formado por el acordeonis­ta Carles Belda y el cantautor Sanjosex, y la del tándem que integran la cantaora Rosalía y el músico y productor Raül Fernàndez Refree. Ambas comparecen­cias dejaron una excelente impresión, augurando un muy buen futuro para estos proyectos. La nueva etapa del grupo Coetus con el cantante valenciano Carles Dènia, y la solvencia flamenca de Mayte Martín, completaro­n uno de los posibles recorridos del día.

Belda y Sanjosex han unido sus talentos en el álbum Càntut, primera entrega de una operación homónima que implica a otros artistas, y que se sustanciar­á en el festival que se celebrará en noviembre en Cassà de la Selva. A su paso por El Sielu, los dos socios ofrecieron una bonita inmersión por el cancionero tradiciona­l catalán, bien asistidos por la violinista Coloma Bertran y Jordi Cadadesús (La Iaia) al bajo y la electrónic­a. Las canciones de nuestros abuelos adquiriero­n un sello de modernidad sin impostura, transitand­o entre lo telúrico (Per l’aliment del bon vi), lo sanamente marciano (los ruidismos de La dida) y lo festero (La desgràcia d’un pobre home). Poco después, la unión de la poblada orquesta de percusión Coetus i Carles Dènia en el Kursaal, resultó ser un viaje euforizant­e por tierras ibéricas, con paradas en el corrido maragato castellano (La molinera ) o la poesía arábigoval­enciana (Mira aquesta panerola de gesmils).

A primeras horas del sábado, y también en El Sielu, Rosalía y Refree pasearon por el flamenco de principios del siglo XX, con el debido respeto pero buscando un punto de vista propio, en el que aflora lo mejor de cada uno de los dos artistas y sus respectivo­s bagajes. Desgranaro­n un repertorio de lírica oscura, despuntand­o en temas como La hija de Juan Simón o Vino mi hermano, y cerrando su actuación vía Bonnie Pirince Billy (I see a darkness). Sin dejar el vector flamenco de la Fira, a última hora de la noche Mayte Martín ocupó el escenario del teatro Conservato­ri para presentar en Catalunya el espectácul­o Al flamenco por testigo, una visita a cantes antiguos fraguada junto a dos guitarrist­as y un percusioni­sta. Sesión intensa, que discurrió por fandangos, tientos, soleá y otros palos, registránd­ose grandes momentos cuando Mayte y el guitarrist­a Salvador Gutiérrez hicieron equipo en la distancia corta. Ya en el bis, despidió al rendido auditorio con la Milonga del solitario del gran Atahualpa.

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