Rosberg, directo hacia el título
Con su victoria en Suzuka, Rosberg tiene ya medio título en el bolsillo: 33 puntos sobre un Hamilton errático
“Las matemáticas no valen de nada si tu rival es Lewis Hamilton”, se cura en salud el prudente Nico Rosberg. Pese a brindar con champán y celebrar con euforia de pseudocampeón su primera victoria en Suzuka, pese a los 33 puntos que saca ya a su perseguidor inglés, el piloto alemán no canta aún victoria. Cien puntos en juego en cuatro carreras –Austin, México, Brasil y Abu Dabi– dan para mucho. Incluso para perder un Mundial al que ayer asestó el puñetazo que puede ser definitivo con su indiscutible triunfo en Japón, donde nunca había ganado.
Rosberg lo tiene ya todo de cara para estrenarse campeón del mundo y emular a su padre, Keke, 34 años después. Le basta, en estas cuatro carreras restantes, con ser segundo en tres de ellas y tercero en otra, aunque las ganase todas Hamilton. Un margen holgado de 33 puntos que permiten al rubio alemán gestionar con la mente fría y sin necesidad de arriesgar. Todo lo contrario que Lewis. “Todo lo que puedo hacer es darlo todo”, admite abatido el inglés, el gran derrotado de Japón, en el tercer puesto, al cometer un error garrafal en la salida.
Tan allanado se ve el camino de Rosberg hacia el título que incluso su jefe supremo, Niki Lauda, presidente no ejecutivo de Mercedes, no oculta sus preferencias: “Nico lo está haciendo todo bien ahora mismo. Si todo va normal, Lewis no será capaz de atraparle. Lo tengo bastante claro... Si no pasa nada en los coches, no creo que Lewis pueda dar la vuelta a la situación”, confesaba el austriaco. Tal es el estado de confianza respecto a sus pilotos, fiel reflejo de lo que se ve en la pista, de lo que se vio ayer en Suzuka: a Rosberg, en estado de gracia, le sale todo –mandó en todos los entrenamientos, logró la pole, fue líder durante 48 de las 53 vueltas y gestionó a placer la carrera–; Hamilton ha empezado a entrar en pánico, cada vez con más presión nadando a contracorriente. Mala compañía para jugarse un título.
La carrera de Suzuka la definió la salida, momento determinante que vale una victoria en condiciones de igualdad mecánica máxima entre los Mercedes. Y ahí Hamilton la pifió. Y perdió buena parte de sus opciones de victoria... y en el Mundial.
“No estoy seguro de lo que ha ocurrido. No creo que el charco de la pista haya tenido nada que ver. He cometido un error y a partir de ahí ha sido complicado. Me han patinado las ruedas. He tenido muchísimo derrapaje en los neumáticos. Es muy frustrante, pero es lo que hay”, admitía Hamilton, que se quedó clavado en la segunda pintura de la parrilla, le pasaron los Red Bull, Pérez, los Ferrari, incluso Hülkenberg, y se vio obligado a remontar desde la 8.ª plaza. Ya se podía despedir de la victoria porque, sin lluvia milagrosa ni caos en la pista, Rosberg empezaba a volar desde la posición preferente, con Verstappen de perseguidor.
“Lo siento, chicos”, se disculpaba Lewis a su equipo, consciente del desastre. Calzando las gomas amarillas (blandas), el inglés fue con tiento inicialmente. De hecho, no hizo su primer adelantamiento (Hülkenberg) hasta la séptima vuelta... Su objetivo era alargar la vida del neumático para pararse más tarde y ganar posiciones sin tráfico. La táctica de Mercedes le salió bien. Al regresar de calzarse las gomas duras (v. 13), Hamilton había ganado la posición de Räikkönen y el inglés inició su hammer time con tres soberbios adelantamientos seguidos sobre Ricciardo, Massa y Bottas. El 44 ya era cuarto, detrás de Vettel y de Verstappen, dos huesos. Llegaba la parte complicada, subir a la cima, minimizar al máximo los daños quedando detrás de Nico.
Al alemán de Ferrari lo dejó atrás con un undercut en el segundo cambio de gomas (v. 33), pero con el holandés de Red Bull no pudo. Otra prueba de madurez superada por el niño prodigio, igual que en su estreno en el RB12 en Montmeló conteniendo los zarpazos de Kimi. Hamilton recortó a Verstappen 10 segundos en las 18 vueltas que quedaban, lo acosó, se le echó encima, pero Max cerró todos los huecos y se ganó la designación popular como piloto del día. Y Lewis, desesperado, no supo buscar ninguna alternativa y acabó saliéndose de pista por una escapatoria para terminar como preveía, tercero. Diez puntos más alejado de Rosberg.
Nico celebraba su 9.º triunfo del año, primero en Suzuka tras dos poles frustradas, con la euforia del que huele a campeón. Hamilton era la derrota personificada. “El Mundial está más difícil para mí ahora, 33 puntos son muy difíciles de recuperar, pero voy a luchar muy, muy duro”, prometía el tricampeón inglés.
También es tricampeón desde ayer Mercedes, de Constructores –los tres títulos seguidos–, con 208 puntos más que Ferrari. Y todavía deberá esperar a serlo con McLaren Fernando Alonso, que firmó un discreto 16.º puesto (perdió uno respecto a la salida) –“es una sorpresa bastante desagradable, espero que haya sido una excepción”, decía contrariado–. Sainz acabó detrás.
EL FAVORITO INDISCUTIBLE “Si todo va normal, Lewis no será capaz de atrapar a Nico; lo tengo bastante claro”, vaticina Niki Lauda EL FRUTO DEL MONOPOLIO Mercedes logró en Suzuka su tercer título consecutivo de Constructores, con 208 puntos más que Ferrari