Bruselas pide a España un presupuesto “cuanto antes”
“Me gustaría que verificara bien las cifras del presupuesto”, reclama Dijsselbloem
Los guardianes de la ortodoxia presupuestaria en Europa aguardan con indisimulada impaciencia el final de la larga interinidad política en España. “Por desgracia, el nuevo gobierno tendrá mucho trabajo por delante para recuperar la confianza de la Comisión Europea en su presupuesto”, alertó ayer Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo. Su mensaje choca con las afirmaciones de Luis de Guindos, ministro de Economía, que sostiene que con la prórroga del presupuesto actual no será necesario hacer muchos ajustes más en el 2017 ya que arrojará una cifra de déficit “no muy lejos” del 3,1% pactado.
Dijsselbloem no ocultó su irritación con el Gobierno español ni el poso de animosidad que parecen haber dejado los últimos enfrentamientos políticos y personales. “Querría hacer un comentario crítico, pero no a la Comisión”, avanzó. “En los dos últimos años ha habido grandes debates entre España y la Comisión Europea sobre la calidad de las cifras y al final la Comisión Europea siempre ha tenido razón. Me gustaría que el Gobierno español verificara bien las cifras antes de ponerlas en el presupuesto”, reclamó Dijsselbloem dejando de lado el lenguaje diplomático habitual en los círculos europeos para hacer honor al gusto de los holandeses por la palabra directa. Fuentes del Ministerio de Economía expresaron su extrañeza por el tono y el mensaje del presidente del Eurogrupo. El Gobierno, admiten, ha errado en su último pronóstico sobre el déficit, pero la Comisión se ha equivocado a menudo (a la baja) en su previsión de crecimiento para España, recuerdan.
Este sábado acaba el plazo para que los gobiernos de la zona euro remitan a Bruselas sus borradores presupuestarios. El Gobierno español, en funciones, se limitará a enviar un plan sin cambios de política económica respecto al aprobado por el Parlamento antes de las elecciones del 20-D. La Comisión y el Eurogrupo asumen que no puede hacer otra cosa pero ayer volvieron a exigir al futuro gobierno que remita “cuanto antes” un presupuesto completo a Bruselas que permita alcanzar los objetivos fiscales. “La cifra es 3,1%, no ‘muy cerca” del 3,1%”, advirtió Pierre Moscovici, comisario de Asuntos Económicos ante la afirmación de Guindos de que a la vista de la evolución del crecimiento, los ingresos fiscales y el gasto el borrador actual ya permite llegar “no muy lejos” de esa cifra.
Dijsselbloem quiso marcar el terreno al nuevo gobierno recordando sus obligaciones y defendiendo la imposición de sanciones a los gobiernos que no cumplan. “Todos los gobiernos, estén en funciones o no, deben enviar sus presupuestos a la Comisión Europea. Y aunque no contenga cambios, la Comisión deberá dar su veredicto. Ese veredicto será un mensaje claro para el gobierno que llegue después”, avisó.
Las instituciones europeas cuentan con un nuevo instrumento en el arsenal para hacer presión. En julio, aunque Bruselas renunció en el último momento a imponer una multa a España por violar sus metas de déficit, se avanzó en el procedimiento de infracción por déficit excesivo contra España. Si el próximo gobierno se desvía de las indicaciones del Ecofin y se vuelve a plantear la posibilidad de castigar a España, la siguiente propuesta de multa ya no podría cancelarse. Y esta vez su cuantía no sería del 0,2% del PIB, como entonces, sino de hasta el 2%. Es decir, 20.000 millones de euros.
Antes de llegar a ese debate, debe resolverse la propuesta de congelación de fondos europeos que la Comisión debe hacer en las próximas semanas. El Parlamento Europeo reclamó ser escuchado en el proceso y el diálogo interinstitucional aún no ha terminado, pero en unas semanas Bruselas fijará la cantidad de ayudas (nuevos compromisos de pagos del 2017) que se debe congelar a España como castigo por saltarse sus metas de déficit (entre 800 y 1.200 millones). La represalia, recordó ayer Moscovici, podría suspenderse si España adopta “medidas efectivas” para corregir su desviación fiscal. El Gobierno está convencido de que conseguirá evitar el castigo. “España ha cumplido los compromisos” que hizo en julio para encarrilar el presupuesto, en referencia especialmente a los cambios en la retención de los pagos a cuenta del impuesto de sociedades. “Yo estoy confiado en que no haya ningún tipo de consecuencias en la congelación de gastos presupuestarios”, afirmó Guindos.
PRESUPUESTO DEL 2017 Guindos sostiene que no harán falta muchos ajustes para cumplir con la UE CONGELACIÓN DE FONDOS El Gobierno confía en que Bruselas levante al final la suspensión de ayudas a España