Iglesias apoya el referéndum en Catalunya siempre que sea acordado
El líder de Podemos transmite a Puigdemont su negativa a la actuación unilateral
ERC ve indispensable que la consulta, si es pactada, tenga una pregunta “clara” y una respuesta “binaria”
Podemos apoya la celebración de un referéndum en Catalunya, pero pactado con Madrid. Lo habían reiterado en los últimos días los dirigentes de este partido y ayer su secretario general, Pablo Iglesias, tuvo ocasión de comunicárselo en persona al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, durante el almuerzo informal que mantuvieron ambos en el madrileño restaurante Mr. Frank, al lado del Congreso frente al histórico bar Casa Manolo.
Durante el encuentro, en el que Iglesias transmitió a Puigdemont su preocupación por la deriva de la situación política española, con la probable investidura de Mariano Rajoy merced a la abstención del PSOE, el líder de Podemos reiteró su compromiso con el derecho a decidir de Catalunya y con un modelo de Estado plurinacional para España. Iglesias, no obstante, defendió un referéndum acordado con el Estado, única fórmula que a su entender contaría con las máximas garantías legales y democráticas. Puigdemont, por su parte, le refirió el contenido de su propuesta de consulta aprobada en el Parlament, que si bien es pactada, no cierra la puerta a una actuación unilateral por parte de la Generalitat.
En todo caso, señalaba horas después el diputado de En comú Podem en el Congreso, Xavier Domènech, la posición de las dos formaciones, es la misma: apoyan la celebración de una consulta siempre que ofrezca todas las garantías, en contraste con los términos del llamado “proceso participativo” del 9 de noviembre del 2014, que consideran antes un instrumento de movilización que de decisión. “Nos congratulamos de esta nueva la línea de trabajo de la Generalitat y mientras podamos trabajar en la misma línea, estamos encantados”.
Domèmech subrayó que quien ha cambiado de posición es la coalición Junts pel Sí y la CUP, pues “hasta hace un mes afirmaban que ya tenían un mandato, refiriéndose a las elecciones de septiembre de 2015”, y que por tanto no había necesidad de realizar un referéndum. “Daban esa pantalla por pasada, mientras que nosotros siempre mantuvimos que el futuro de Catalunya, su encaje o desencaje en el Estado, debía decidirse mediante un referéndum”.
Respecto a la naturaleza de la oferta de Puigdemont que ayer el propio president desgranó en una conferencia pronunciada horas antes del encuentro con Pablo Iglesias, Domènech se mantiene cauto, pues “la Generalitat aún no ha definido como quiere encarar esto”, mientras que la apuesta de su formación y la de Pablo Iglesias transita por la vía del artículo 92 de la Constitución, que regula la celebración de referendos.
En cuanto al paisaje inmediato, si hay una investidura y finalmente hay un interlocutor en la Moncloa para abordar el problema catalán, Domènech cree, “en la medida de que haya un gobierno del PP, con el apoyo de Cs y el del PSOE, la vía de negociar la celebración de la consulta queda en stand by”.
Por su parte, ERC, también valoró el discurso del presidente y pese a considerar que la vía pactada es inviable, ve con buenos ojos la presencia de Carles Puigdemont en Madrid, considerándola una evidencia de la predisposición al acuerdo por parte del Ejecutivo catalán. Asimismo, el portavoz de la formación, Sergi Sabrià, expresaba su apoyo a la celebración de una consulta pactada pero añadía matices. El dirigente republicano insistió en la necesidad de una pregunta “clara” y una respuesta “binaria” como condición sine qua non para pactar un referéndum.
Según los republicanos, la pregunta debe respetar la propuesta de resolución aprobada el pasado jueves por Junts pel Sí, la CUP y la abstención de Catalunya Si que es Pot. En este sentido, los republicanos han asegurado que “no deberíamos complicarnos la vida” y apuestan por una pregunta más directa: “¿Quiere usted que Catalunya sea un Estado independiente?”.